Y llega la crítica al fin. Todo lo anterior era una previa para llegar a este momento: el después de escuchar la Yerma de Audible.
Antes de comenzar, diré que no soy usuario de audiolibros. No me disgusta el género (incluso he participado en la creación de alguno), pero me gusta rellenar con mi cabeza las intenciones que manejan los personajes.
Si bien es cierto que hay una excepción (como todo en la vida, ¿no?) y también pertenece al catálogo de Audible: The Sandman, tanto en su versión original como su adaptación al castellano. Esto es algo parcial, ya para mí resulta una obra clave que rescato cada año.
Ya entramos en harina y analizamos la adaptación de Federico García Lorca. Se ha dicho bastante que se trata de una doble Yerma (una actual y otra ambientada en su estreno de 1934). ¿Acaso no se expresa todo bien en la obra original? ¿De verdad era necesario hacer dos versiones? Sí y sí. Ambas son necesarias y se complementan como el día y la noche.
No son pocas las cosas buenas
Es cierto que ambas versiones funcionan perfectamente por separado y, si hay gente que no quiere entrar en la versión actual para quedar quedarse en la primigenia de 1934, va a encontrar una adaptación contenida pero llena de riqueza, donde las partituras de Federico dan un nuevo brillo al texto.
Aprovecho para comentar el impresionante trabajo de Emilio Mercader, director musical de la obra, y MercaderLab, creando una atmósfera que pone los pelos de punta (algo que llevaba meses sin sucederme) y ayuda a entrar con facilidad en ese conocido Universo Lorca.
¿Por qué es igual de importante la versión actual? Primero porque ayuda a poner en contexto la versión clásica de la obra (por raro que esto pueda suponer). Pero, a pesar de todo, si se escuchase la Yerma actual de manera independiente, es igual de válida sin su contrapartida original, y esto es lo que la convierte en algo valioso.
La versión actual no es menos lorquiana aunque no siga el texto al pie de la letra. Se toma unas cuantas licencias más que acertadas. Me maravilla lo que Pilar Távora, directora artística del proyecto, ha hecho para resignificar el nombre de la protagonista, siendo una de las ideas más razonables y con criterio que he leído en mucho tiempo.
Pero no sólo se actualiza el porque de su nombre, si no que sus conflictos se bañan de un barniz de actualidad a pesar de ser los mismos que se formulaban en la cabeza del autor cuando escribió el texto: la honra, el miedo, el atrevimiento, el amor, el papel de la mujer en la sociedad… Incluso la brujería que representa el personaje de Dolores en la obra original tiene su atisbo de reconocimiento aquí también.
Si bien es cierto que aquí la atmósfera musical tiene menos importancia, se puede achacar al hecho del rimo frenético que llevamos y nos hace pasarla por alto. Aún con todo, la adaptación de las partituras de Federico está presente y da un punto de frescura que enriquece el total.
Lo más importante de la obra es como se nos muestra que no hemos avanzado tanto en según que cosas, ya que la Yerma de nuestros días, a pesar de tratarse de un personaje más feminista y empoderado que su antecesora, sigue siendo víctima del que dirán y la presión social que se siente juez para decidir que es lo correcto.
No quiero extenderme mucho más, pero no sería justo pasar por alto el enorme trabajo del elenco, donde la gran mayoría dobla sus esfuerzos participando en las dos adaptaciones. Nombraré al trío «protagonista», pero teniendo en la cabeza al elenco por completo. Con Paula Iwasaki a la cabeza dotando de naturalidad, cariño, dudas y lucha a ambas Yermas, con José Manuel Seda dando la réplica cargada de miedos y sinceridad que hace crecer a sus personajes, y un Pablo Béjar lleno de dulzura como apoyo fundamental y fuente de alegrías a ambas protagonistas.
Sólo pondría un pequeño pero a esta producción (no puedo evitar controlar al director teatral que llevo dentro) y es el hecho de no marcar un poco más el paso del tiempo en ambas obras, ya que parecen pecar de premura e instantaneidad a pesar de que ocurren en un marco temporal más amplio.
Cómo se puede ver, para mí esta producción es un sí rotundo por su actualidad, su trabajo, su sencillez y, sobre todo, su cariño por Federico García Lorca y su obra artística. Ojalá que Audible siga por este camino y ganará un usuario incondicional.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693