Muchas veces, más por prejuicios y desconocimiento que otra cosa, se asume que los patos de Walt Disney son un producto solo para niños. Y sí, tienen historias muy infantiles pero también otras que no lo son además de un gran número de ellas que pueden ser disfrutadas a cualquier edad. Y en el centro de todo está el tío Gilito, protagonista total de Tío Gilito y la moneda del infinito.
Donald y el tío Gilito
Sí, claro que no habría nada sin Donald. El iracundo pato apareció por primera vez de forma oficial en 1934 en The Wise Little Hen aunque vestía ya sus ropajes tradicionales su aspecto distaba de ser el que llegaría a ser y no digamos ya su carácter. El Donald temible, gritón, iracundo y capaz de todo por sus sobrinos todavía no existía.
Menos todavía la idea de hacer que todos ellos vivieran aventuras increíbles alrededor del mundo y más allá, al menos no como algo habitual y totalmente fantástico. Para ello primero tuvo que aparecer el tío Gilito, una creación genial de Carl Barks, el gran hacedor de patos, que primero entró como un hombre gruñón que odiaba a todos tanto como ellos a él pero que encuentra una nueva vida al trabar relación con su sobrino y sus sobrino-nietos.
Con solo una lectura rápida queda claro que Jason Aaron es un buen conocedor de todo este universo, del trabajo de Carl Barks, de Roma Scarpa, de Don Rosa y otros tantos. No solo eso, lo conoce y lo ama. Se nota, se siente, se palpa. Jason Aaron, como otros muchos, es un admirador de estos personajes y sus historias y su Tío Gilito y la moneda del infinito es una carta de amor nada disimulada.
Tío Gilito y la moneda del infinito, una buena puerta de entrada
Así pues, Tío Gilito y la moneda del infinito sirve a dos fines. El primero es que el propio guionista, con la colaboración a la ilustración de un nutrido grupo de dibujantes italianos (¿de dónde si no?) disfrute, rinda tributo y, como él mismo dice en el prólogo, haga esa historia que él mismo querría leer, esa que ha escrito para su hijo pero también para todos los demás, para todos los que como él amamos a estos personajes, autores, mitología…
El segundo fin es servir de puerta de entrada para todos los que no conocen al tío Gilito, a Donald, los sobrinos… No, mentira. ¿Alguien no los conoce? Es poco probable. Lo que hace es abrir la puerta a los que puede que solo los tengan en el recuerdo de la serie Patoaventuturas de finales de los 80 (de forma personal os recomiendo la versión de 2017), a esos que igual nunca hse han adentrado en uno de los muchos tomos que hay y no sepan que el tío Gilito es el mayor explorador y aventurero del cómic, que Donald es un héroe a su pesar, que su familia es muy extensa, sus amigos todavía más.
Y lo hace de una forma muy inteligente y acertada, con una trama muy en la línea de lo que Marvel Comics suele publicar, a fin de cuentas esta obra sale bajo su ala (nunca mejor dicho) y es la primera que lo hace. El guionista plantea un viaje multidimensional, una epopeya a través de los universos que aunque sea épica apenas araña la superficie de todo lo que este mundo de patos puede dar. Claro, hablamos de décadas y décadas de publicaciones, sería imposible rendir homenaje a todo ello.
Una historia divertida
Puede que algunos se lancen a leerlo por la portada de Alex Ross, otros por saber que Jason Aaron está detrás, conozco varios que se han hecho con Tío Gilito y la moneda del infinito por ser un cómic publicado por Marvel… Y es cierto, puede que no sea el mejor de todos los que se han escrito y dibujado, no dudo que Jason Aaron me daría la razón si le digo que La juventud del tío Gilito o Perdidos en los Andes están por encima, pero eso no quiere que no sea una buena historia. Lo es, es buena.
Es buena, atractiva, disfrutable, divertida y entretenida. Sí, no es la mejor pero es que no quiere serlo, no pretende pasar por encima de los autores legendarios, solo quiere rendir homenaje, solo quiere dejar que otros entren, que se conozca más al tío Gilito y todo su mundo y eso, desde todo punto de vista, se logra y con creces. Apuesto, y no creo que pierda, a que tras este Tío Gilito y la moneda del infinito más de uno va a empezar a buscar otras y a perderse por ese fantástico mundo.
Si ya conoces al personaje y su universo, del mismo hemos hablado en varias ocasiones en docpastor.com – Amamos la Cultura Pop, te lo vas a pasar muy bien y solo te fallará que no sean más páginas, que se extienda más (aunque quizá haya una secuela). Si eres de esos que apenas sabes nada entonces te doy la enhorabuena, con Tío Gilito y la moneda del infinito estás a punto de entrar en un universo rico, dinámico, imaginativo y maravilloso como hay pocos. El universo de Gilito McPato, el mayor explorador y aventurero del Noveno Arte.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012
Yo lo disfrute mucho, muy recomendable.
Yo lo disfrute mucho, muy recomendable. Perdón por la duplicidad no estoy aún muy acostumbrado a hacer esto desde el móvil.
Es que es muy de disfrutar. No está al nivel de grandes clásicos pero funciona muy bien. Para mí la mayor pega es que es un poco apresurado todo.
Si eso sí, va a toda pastilla
Si eso sí, va a toda pastilla
Entiendo el motivo. Es un cómic pensado para el lector de superhéroes, para que quiera saber más, pero un poco de freno habría estado bien.