Dreamworks, productora El gato con botas: El último deseo y Trolls 3: Todos juntos, entre otros muchos y variados títulos, estrena en unos meses Robot Salvaje. Al igual que otros proyectos anteriores, como Shrek o El bebé jefazo, es una adaptación de un libro preexistente y por lo que muestra su trailer, que tienes al final de este artículo (o pinchando aquí) parece que han metido toda la carne en el asador.
Emoción y sentimiento
El adelanto deja claro que la empresa audiovisual ha trabajado mucho el campo de la emoción y del sentimiento. Se busca una evidente conexión con la robot protagonista, con los amigos que hace en esa isla perdida y, por supuesto, con el joven pato al que debe cuidar.
Las emociones están ahí a flor de piel durante todo el metraje mostrado y dejan claro que no son una equivocación, que todos tenemos derecho a tenerlas, a mostrarlas y sí, también y muy importante, a cambiar quiénes somos en busca de un nuevo y mejor yo. Un mensaje que no es nada baladí y que es necesario recordar todas las veces que haga falta.
Sentido de la maravilla
El sentido de la maravilla no se encuentra tan solo en realidades diferentes a la nuestra, el mundo es increíble por sí solo aunque a veces esto se olvide. La protagonista de Robot Salvaje llega hasta una isla, un bosque, en el que todo es familiar para el espectador, desde los animales pasando por la vegetación (posiblemente sea la Tierra, aunque la robot no lo sepa), pero esa familiaridad no impide que todo sea precioso y fascinante como si se viera por primera vez. Precisamente es lo que sucede.
En cierto sentido algunos momentos recuerdan algo a Migración: Un viaje patas arriba, de la que puedes leer aquí la crítica. Una película familiar sencilla de Illumination, misma casa que Los Minions o Super Mario Bros.: La película, que tiene algunas de las escenas más bonitas, emotivas y admirables de todos los títulos de esta empresa.
Influencias notables
Los creadores consumimos a otros creadores, es un hecho. Nadie es una isla y es bueno que sea así. La obra de uno llega hasta otro, le hace pensar en algo, le trae una reflexión y hace que lo lleve un paso más adelante. En el caso de Robot Salvaje se pueden ver por aquí y por allá visos de esa joya de la animación que es WALL·E, película de Pixar estrenada en 2008 con dirección e historia de Andrew Stanton (y co escrita con Peter Docter) con con una preciosa historia de descubrimiento y crecimiento personal, además de una fuerte crítica sobre el futuro al que nos dirigimos (entonces y ahora). También se intuyen notas de otras obras, en este caso literarias, como Yo, Robot de Isaac Asimov y El hombre de hierro de Ted Hughes.
En ambos casos han sido llevadas al cine, una como una película de acción real y la otra en el campo de la animación. La primera mantuvo su nomenclatura primigenia y llegó a la gran pantalla de forma algo irregular bajo la batuta de Alex Proyas, nombre de culto gracias a Dark City y El cuervo, con un guion firmado por Akiva Goldsman, artífice de Una mente maravillosa, y Jeff Vintar, conocido por Final Fantasy: La fuerza interior. La segunda como la preciosa fábula titulada El gigante de hierro firmada por Brad Bird, también detrás de Ratatouille y Los increíbles, con guion de este y de Tim McCanlies, también en El secreto de los McCann.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012