No hice caso de ninguna noticia, tráiler o spoiler para ver esta película ya que temía otra secuela innecesaria de las muchas que ha perpetrado Pixar algunos de los éxitos anteriores. ¡Qué bien he hecho!
Va a sonar redundante pero, si tengo que definir esta película, elijo la palabra “emocionante”. Parece absurdo definirlo así, ¿verdad? Es la manera más adecuada de hacerlo.
Colocando las piezas
No sólo la historia continua un poco más adelante de donde la dejamos, sino que el acierto principal del filme es ampliar todo ese universo emocional del interior de Riley (y de todos los seres conscientes).
Dejamos atrás todo lo relacionado con las emociones de los padres de Riley para prestar atención únicamente a lo que ocurre dentro de la cabeza de esta última, que no es poco. Explicar lo importante que resulta la pubertad para formar el carácter sería perder el tiempo para lo que hacemos aquí, pero todo el metraje se centra en ello.
Un acierto de la película es que mantiene una duración parecida a la obra que le precede, lo que es una decisión adecuada. En estos 96 minutos da tiempo a explicarlo todo de manera clara, ver evolucionar a los personajes, descubrir que sucede a Riley y como se enfrenta a ello. Y todo esto se hace de la mejor manera posible: disfrutando.
Lo nuevo no siempre es malo
Es lógico hablar de los personajes tanto de los conocidos como de los nuevos. Los conocidos aparecen con una relación asentada y complementándose a la perfección, algo que vemos desde los primeros minutos de la película. Si bien es cierto que todos van a crecer al ser todos artífices de la nueva aventura por el cerebro de Riley.
En cuanto a los nuevos, llegan para ser unos robaescenas increíbles. Desde la primera hasta la última, cada emoción tiene su momento para “brillar”, incluso las que no deberían tener aún cuota de pantalla (vais a divertiros mucho con esto, seguro). Y no sólo limito este apartado a las emociones, ya que hay muchos personajes que son una auténtica joya y merecen, como poco, un corto para ellos.
Mención aparte merece la nueva “villana”: Ansiedad. Es obligatorio entrecomillar el estatus de este nuevo personaje. No puede considerarse una villana al uso, ya que todas las emociones buscan lo mejor para Riley. Es muy destacable el empeño que se ha puesto para mostrar esta emoción, lo que significa y como se deja notar.
Es de agradecer el que Pixar cuente con profesionales de la medicina a la hora de representar estos personajes. Me sentí identificado muchos momentos con algunos de lo momentos del filme y me ayudó a comprenderme un poco mejor.
Para no hacer esto más denso, cierro diciendo que este es el buen camino para Pixar: películas que dan algo interesante al espectador, no se repiten de ninguna manera y hacen crecer sus universos con seguridad y buenas ideas.
P.D: Tras los créditos hay una pequeña escena que, si bien no es vital para lo que has visto, es un pequeño regalito para hacer más grande el visionado. ¡Disfrutad y cuidad las salas!
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693