En 2016 y de forma bastante sorpresiva se estrenó Trolls. Una propuesta de Dreamworks que se basaba en los trolls de la suerte creados por Thomas Dam en 1959 y fabricaba alrededor de estos todo un mundo propio, una mitología única y un universo tan excesivo como sarcástico. Muchos no supieron ver más allá del hecho de las canciones y lo adorable de estos seres descartando la validez del proyecto con un “Está bien, son muy monos” mientras otros entendieron la mala uva, el barroquismo y el exceso naíf como elección artística consciente.
Cuatro años después llegó Trolls 2: Gira mundial que prometía mucho pero dio muy poco. Se quedo en la forma y olvidó el fondo. El total era entretenido pero no del todo divertido y por el camino abandonó las dobles lecturas, los temas complejos y se quedó en algo bastante más superficial. Pero otros cuatro años más tarde se estrenó Trolls 3: Todos juntos y ahora sí, esta es la secuela que la saga necesitaba, una que cuida el fondo y la forma y da esperanzas para el futuro.
Temas complejos
Si la primera película no tenía reparos en tratar temas como el abandono y el miedo a este no se queda atrás esta tercera entrega en la que se habla del perdón, del reencuentro, de los traumas no superados y la importancia de ser nosotros mismos. Todo a través de una aventura llena de humor, canciones y una animación maravillosa en la que no parece haber nada imposible. El mundo de los trolls crece una vez más, se hace más grande y deja ver que todo puede suceder.
La trama presenta a los hermanos de Brunch, una antigua boy band de éxito que se separa precisamente por el éxito, por las presiones a las que están sometidos y el desgaste que sufren. La crítica no es nada sutil, de este y otros hechos, y está ahí para el que quiera verlo y entrar a entender a los personajes más allá de que sean monos o graciosos. Los temas a tratar son complejos y se hace de una manera suave, divertida y perfecta para que todos, adultos y niños, reflexionemos.
Referencias en la animación
Por supuesto estamos dentro de un film de animación y en ese campo Dreamworks siempre ha sobresalido, su calidad técnica está fuera de duda y una vez más cumple con lo que se espera de ella. No en vano se trata de una productora que ha dado títulos tan imprescindibles y queridos como Shrek, Kung Fu Panda o Cómo entrenar a tu dragón, queda por ver que más tiene preparado para el futuro.
A lo largo del metraje hay diversas referencias no solo en lo que a trama o diálogos se refiere, otro tanto en la propia animación. A nadie se le escapa que hay dos claros homenajes al talento de Jim Henson y sus inmortales Teleñecos (o Muppets, que es su nombre original) y al no menos increíble Tex Avery al que debemos buena parte de la animación moderna, y eso que él falleció en 1980.
Ojalá haya una cuarta
Trolls abrió las puertas, Trolls 2: Tour mundial no estuvo a la altura (al punto de que solo hay una breve mención a ella la nueva secuela) pero Trolls 3: Todos juntos recupera el buen hacer, la diversión y el ingenio de la primera parte a la vez que eleva las apuestas, se vuelve más barroca y arriesga más en su contenido. Los niños lo pasarán muy bien volviendo a verla ahora que Arvi Licensing la lanza en Blu-ray (dentro de poco se hará un artículo sobre los extras) y los adultos también mientras la disfrutamos a otros niveles.
Por el momento no hay información sobre si habrá una Trolls 4 o no, que ojalá sea que sí si mantiene el nivel mostrada en esta y deja que la saga siga creciendo en nuevas direcciones. Si no es así al menos quedará una trilogía muy recomendable en la que el nivel baja en su segunda entrega pero se recupera con gran éxito en la tercera.
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