El Bazar de la Caridad, Bazar de la Charité en francés, fue un mercadillo benéfico celebrado en la ciudad de París a finales del siglo XIX, en concreto en 1885. Pero no es por esto que el lugar, entre el Hôtel du Palais y a la imprenta del periódico La Croix, y la celebración, pasaron a la historia. Fue por una terrible tragedia años después que AMC Networks recoge ahora en formato de miniserie (estrenada en origen en 2019) en Sundance TV.
Basado en hechos reales
La debacle sucedió en 1897 cuando durante su celebración un cinematógrafo estalló en llamas y aunque se intentó controlar no se pudo. El fuego se fue extendiendo y fue consumiéndolo todo, no había esperanza. Muchos lograron salir de allí y otros no, quedaron atrapados y perecieron por las llamas. Alguno, en cambio, perdieron la vida por la propia turba que intentaba escapar, cayeron al suelo y fueron pisoteados hasta fallecer sin que nadie pudiera hacer nada por impedirlo (como bien retrata la serie en uno de los momentos más sórdidos y duros).
Una tragedia humana en toda regla que muy seguramente podría haberse evitado de haber escuchado a la empresa contratista del cinematógrafo, además de otros hechos relacionados con su ubicación y funcionamiento que hoy, por suerte, no se darían. Sin entrar en más detalles te dirijo al artículo de Rubén García del 2021 publicado en 20 Minutos.
Un primer capítulo aterrador para El Bazar de la Caridad
El Bazar de la Caridad en su primer episodio hace lo que debe, presenta a los personajes, su vida y sus circunstancias. Algunos de ellos de forma breve dado que perecerán poco después, murieron más de 100 personas, otros entran en la acción de forma inesperada y varios están ahí solo para refrendar lo terrible de lo acontecido.
Cuesta no sentir el terror y el agobio. Las llamas avanzan, el fuego lo consume todo, la multitud enloquece. Hay gritos, hay ataques, violencia, unos golpean a otros, se insultan, pisotean, arden sus prendas, corren de un lado a otro presas del dolor y el pánico extendiendo todavía más el incendio.
Alexandre Laurent a los mandos
Parece que no hay salvación, que no hay esperanza, que no hay una luz al final del camino y así es un gran número de casos. La habilidad de Alexandre Laurent (Falco, La Mante) a la dirección, y de Catherine Ramberg (La fuente de las mujeres, Maigret), Karin Spreuzkouski (Unidad de investigación, Mes amis, mes amours, mes emmerdes) como creadoras junto a Yves Ramonet (Léa Parker, Sam) al guion, es pasmosa y digna de elogio. Uno se mete totalmente dentro, casi notas el calor y las llamas, y al terminar la emisión te quedas, como es inevitable, roto y hundido.
La vida sigue y también la trama presentada. El incendio y la tragedia también es, sin entrar en destripes, un nuevo comienzo. No queda otra, después de las cenizas hay que reconstruir, hay que seguir adelante, pero debe hacerse sin olvidar, sin dejar atrás a los que se han ido, intentando honrar con el día a día el de todos aquellos que ya no están.
Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!
Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012