Las dos protagonistas de Split
Como parte de su especial La diversidad supera a la ficción AMC Networks estrenará en Sundance TV Split el día 28, justo el Día del orgullo. Y una vez visto el primer episodio solo puede decirse que es una elección totalmente adecuada, a falta de sumergirse en el resto para tener una opinión del total (conformado por los cinco capítulos que dan forma a esta miniserie).
Una creación de Iris Brey
La creadora, directora y guionista Iris Brey demuestra su buen hacer en este primer episodio titulado Prends ma main en el que se sientan las bases de todo lo que está por venir y se hace de una forma calmada, preciosista, dulce y llena de pasión reprimida. Su narrativa es suave, se desliza por la pantalla como una capa de seda que atrapa al espectador, jugando con las miradas, las caricias y los pequeños detalles.
Sorprende la habilidad en la que no deja de ser su primera producción, aunque a su lado como coguionista ha contado con Clémence Madeleine-Perdrillat. Más experimentada que ella cuenta con varias producciones entre cine y televisión, pudiendo citarse los títulos Mixte, En thérapie y Las gotas de Dios. La unión de ambas ha inclinado la balanza logrando que este primer episodio sea delicioso.
Dos acertadas protagonistas
Lo es también por la acertada elección de sus dos protagonistas. Por un lado Alma Jorodowsky como Anna y por el otro Jehnny Beth como Eve. Esta última está estupenda, cumple a la perfección con su papel y es totalmente creíble. Pero su compañera en la ficción, ah, su compañera brilla con luz propia. Se mete por completo en la piel de su personaje, sabe ser contenida cuando debe serlo, con sus dudas y sus miedos, con su mundo palpitando antes de estallar.
Una cuidada fotografía
Un estallido que está precedido de una gran sensualidad, la que ellas dos logran exudar en cada momento que comparten en pantalla. Una mirada, una caricia, una mano, un gesto… Todo ello retratado a la perfección por la fotografía de Inès Tabarin, profesional que viene del mundo del videoclip, aunque ha hecho sus pinitos previos en el cine como en Ama Gloria y Mi vida en el teatro, que logra convertir situaciones sencillas y en teoría inocentes en hechos llenos de un erotismo implícito.
No hace falta mostrar nada, no es preciso dar al espectador más que un fugaz y sentido momento. No hay nada evidente, falto de gusto o de decoro. Solo instantes, tan solo instantes que sin decir nada dicen mucho. La conversación muda pero atronadora de las dos protagonistas está ahí, es dulce, es tierna, es apasionada y es, por el momento, en parte prohibida. ¿Y qué néctar hay más embriagador que aquel que no está vedado?
Un buen primer episodio
Si el primer episodio de Split es una muestra de lo que está por venir, de la calidad y tono de los siguientes cuatro capítulos, entonces no es un desatino decir que lo mejor está por llegar Puede que esta serie quede oculta por otras producciones mayores, con más presupuesto, marketing y medios, pero va a saber encontrar a su público y conquistarlo.
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