Hace poco y gracias a Nórdica Libros llegó hasta mis manos Tarzán de los monos, un clásico del pulp que llevaba mucho tiempo entre mis grandes pendientes del género. Siempre he sido fan de La Sombra, tengo incluso alguna novela publicada hace casi 100 años, de Fu Man Chú y Doc Savage, ¿quién no lo es incluso sin saberlo?
La influencia que estos personajes, y otros contemporáneos a ellos, han tenido a lo largo de las décadas es tan extensa que es casi imposible decir un solo héroe de la ficción norteamericana que no sea un hijo de ellos (algo que, por otro lado, exploró en su momento Philip José Farmer). No hay más que pensarlo por unos momentos y de forma clara empezaremos a ver las relaciones, algo que también se explora en el libro Batman: Dentro de la batcueva con el cruzado enmascarado y antecedentes que fueron su base, de forma reconocida o no.
Y ahora seré sincero (y repito lo dicho hace unas líneas)… nunca me había leído Tarzán de los monos. Ha sido uno de mis libros pendientes desde hace mucho años a pesar de que sí me gustaba el personaje, conocía parte de su mitología y de las diferentes adaptaciones que ha ido teniendo a lo largo de los años (posiblemente mi predilecta sea Greystoke: La leyenda de Tarzán, el rey de los monos) pero me faltaba ir a la fuente original, a las letras e ideas de Edgar Rice Burroughs.
Ahora que lo he hecho solo puedo decir que devoré las páginas, una tras otra era incapaz de dejar leer, quería saber más y llegar al final. ¿Cuándo aparecerá Jane? ¿Porqué la tribu de africanos considera un dios a Tarzán? ¿Cómo pudo sobrevivir en la jungla? ¿Y adaptarse después a la sociedad humana? Muchas preguntas iban surgiendo según mis ojos avanzaban línea a línea y las respuestas eran fascinantes dejando claro que si el héroe ha sobrevivido tantas décadas es por algo.
Cierto es también que hay que saber leer con cierta distancia y entender el cuándo se escribió y publicó este libro originalmente, ya que las ideas y formas de entender el mundo de los europeos y norteamericanos han cambiando enormemente con el paso de las décadas. La primera vez que vio la luz, de forma seriada, fue en 1912 y por tanto la ideología es la de su época con situaciones, hechos y lugares que hoy jamás veríamos en un libro pero que responden a un momento histórico concreto (y en cierta forma es una manera efectiva de viajar al pasado hasta que alguien invente una máquina del tiempo).
Tarzán de los monos es una aventura entretenida y fascinante, un relato imprescindible para los amantes del pulp y de los héroes clásicos.
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