Portada del cómic Nuevos Cuatro Fantásticos: Camino al infierno, de Peter David y Alan Robinson
El grupo de justicieros impelidos por una fuerza desconocido unen de nuevo sus caminos. ¡Son los Cuatro Fantásticos!

No puede negarse que los años noventa del siglo XX fueron un momento extraño para Marvel Comics, empresa que en aquel momento parecía más interesada en el marketing que en las historias. Que nadie lo entienda mal, el marketing es necesario y más en una empresa de su tamaño pero crear las aventuras de los personajes en base a ello no suele ser buena idea, claro que hay excepciones cuando varias circunstancias se alinean y entonces el resultado es interesante.

¿Unos Cuatro Fantásticos con Spiderman, Lobezno, Hulk y el Motorista Fantasma? Sí, esto sucedió y si hay que ser sinceros en vez de Hulk, en aquel entonces Joe Fixit, iba a ser el Castigador. Es decir, juntos los cuatro personajes que más éxito y ventas tenían en su momento, o tres por el cambio final que acabo de comentar.

Sucedió y pocas veces se ha vuelto a ello, pero en los últimos años Marvel ya ha revisitado ciertos momentos de su pasado como en la nueva trilogía de El Maestro en la que Peter David se reencuentra con una de sus más celebradas creaciones. La nostalgia vende, esto es así, también lo hace la firma de David y es por ello que una vez más La casa de las ideas cuenta con él para el viaje al pasado que supone Nuevos Cuatro Fantásticos: Camino al infierno.

Situado cronológicamente poco después de los acontecimientos que los hizo reunirse por primera vez el grupo de justicieros impelidos por una fuerza desconocida, desvelada más adelante, unen de nuevo sus caminos en Las Vegas justo cuando la llamada Ciudad del Pecado empieza a serlo de forma literal cuando sus ciudadanos se transforman en demonios. Una trama pensada únicamente para servir de excusa para que se unan de nuevo y en la que Peter David demuestra, una vez más, lo buen guionista de personajes que es.

Esto se ve de forma más que cristalina en cómo actúan juntos y en solitarios, ya que la forma en que eran entonces no es la de ahora. En algunos casos esto es más que evidente, por ejemplo en Hulk ya que Joe Fixit es una de las diferentes personalidades del gigante, pero no lo es tanto en Lobezno que aquellos años parecía estar constantemente enfadado. Pequeños e interesantes matices que son enriquecedores para la lectura y dejan claro el porqué Peter David es tan querido y reputado (y gran conocedor de la cultura pop y al hecho del cameo del Coyote y el Correcaminos me remito).

A su lado está el dibujante Alan Robinson, una más que acertada elección que ha sabido hacer suyas las letras de Peter David desde la primera viñeta. Su trazo es limpio y claro, sus fondos trabajados y su narrativa más que efectiva. Justo lo que hace falta para un tebeo que es a la vez un ejercicio de nostalgia, un viaje al pasado y un homenaje pero más que nada es una aventura que tan solo pretende entretener, divertir y hacer pasar el rato.

Esto algo que el guionista tiene muy claro y si bien deja la puerta abierta a un posible regreso de estos Nuevos Cuatro Fantásticos lo que intenta es tan solo narrar un encuentro de los mismos. Usa la mitología ya existente, aplica sus conocimientos y da un tomito perfecto para leer un sábado por la tarde y dejar que el mundo desaparezca.

2 comentarios en «Nuevos Cuatro Fantásticos: Camino al infierno»

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