En el año 1922 el director F.W. Murnau estrenó la icónica película Nosferatu. Esta se basaba en la novela Drácula de Bram Stoker solo que no contaba con los derechos sobre la misma, así que se hicieron diferentes cambios por temas legales y una adaptación muy libre de la obra original, realizada por Henrik Galeen, y en el proceso, se creó uno de los filmes de terror más aplaudidos y relevantes de forma histórica.
Universal Pictures resucita al no-muerto, al conde Orlok, para darle una nueva vida en una película que se estrenará en salas el 25 de diciembre y que está protagonizada por Aaron Taylor-Johnson (Kraven en la película de mismo nombre, también Mercurio en el universo de Marvel Studios) como Friedrich Harding y por Bill Skarsgård (El Pennywise de It en su versión de 2017/2019) para dar vida al temible vampiro. La dirección y el guion recaen en Robert Eggers, al que hay que agradecer la muy recomendable El faro.
¡Está vivo!
Esta nueva versión de Nosferatu se encuentra dentro de los planes de Universal Pictures para resucitar a sus conocidos monstruos del cine, algo que iba tocando y que por otro lado es el mejor momento dado que el cine de terror goza ahora mismo de una gran aceptación. Son auténticos clásicos como Drácula, el monstruo de Frankenstein (en la novela es la criatura, no así en su versión fílmica), el Hombre Lobo (Wolf Man en su caso y no Werewolf)… Suyo es, además, el primer universo compartido de la gran pantalla con encuentros en películas como Frankenstein y el Hombre Lobo y La zíngara y los monstruos.
Esto se intentó recuperar hace unos pocos años con el denominado Dark Universe que puede decirse que murió antes de empezar por culpa de las prisas. Imbuidos por el éxito que Marvel Studios estaba teniendo en su universo compartido desde Universal corrieron a presentar el suyo, incluyendo todo un reparto para diferentes películas, con La momia protagonizada por Tom Cruise. Y ahí se quedó la cosa por los pobres resultados, en más de un sentido, de este filme.
Conexiones vampíricas
Los dos protagonistas son los mentados Aaron Taylor-Johnson y Bill Skarsgård pero hay que destacar que en el elenco de la producción están también Willem Dafoe y Nicholas Hoult. Esto es una alegría por el buen desempeño que ambos actores tienen, Dafoe trabajó con Robert Eggers en El faro y Hoult es bien recordado como la versión joven de La Bestia de los X-Men de Fox, pero es que además tienen una conexión previa directa con el mito del vampiro.
En lo que se refiere a este último, a Hoult, protagonizó la divertida Renfield que dirigió Chris McKay con un guion de Ryan Ridley, Robert Kirkman (firmante además de la historia) y Ava Tramer, con Nicolas Cage en el papel del conde Drácula. Por parte de el otro, Dafoe, en el año 2000 dio vida en la estupenda La sombra del vampiro al propio conde Orlok o más bien al actor del mismo, Max Schreck, quien existió de verdad pero aquí se hace bajo la idea de esa leyenda urbana que dice que en realidad era un vampiro.
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