Kraven es uno de los villanos más veteranos de Spiderman. No puede entenderse su galería clásica de enemigos sin él, fue parte de los primeros Seis Siniestros y se ha enfrentado al trepamuros en un gran número de ocasiones. Fue creado por Stan Lee y Steve Ditko pero su mejor momento llegó de la mano de J.M. DeMatteis justo en la que fue (o iba a ser) su aventura final.
El guionista cogió a un personaje con el que nadie había sabido muy bien qué hacer, añadió una fuerte vena trágica, un toque de abismo y de desespero con bastante de locura y dio lugar a una de las mejores historias que jamás han salido de Marvel Comics. Una trama que, todo hay que decirlo, antes iba a ser protagonizada por el Hombre Maravilla y el Segador o por Batman y el Joker, algo que no fue posible y por avatares del destino terminó como una lucha entre Spiderman y Kraven.
La cacería eterna
A lo largo de los años esta historia, La última cacería de Kraven, ha tenido diversas secuelas a través de las letras del escritor, incluyendo una que bebe de forma bastante evidente de Charles Dickens y Cuento de Navidad. Y siempre parece que no podrá contarse nada más, pero DeMatteis es un artesano y siempre sorprende, aunque sea con una historia en la que Kraven no está presente.
La cacería perdida de Kraven se sitúa en el tiempo en que Peter Parker había perdido sus poderes, dejado la ciudad y el cazador está, sin duda, muerto. Pero su presencia es constante, aunque no llegue a hacer aparición (más que en algunos flashbacks) siempre está ahí, como un espíritu ominoso que jamás descansará en paz. Y el motivo es que tampoco tuvo paz en vida, una vez más el guionista aprovecha para ahondar en la trágica figura de este hombre, en quién era y cómo llegó a ser quién fue.
Uno de los mejores guionistas de Spiderman
Y una vez más demuestra el porqué es uno de los mejores creadores de Spiderman y el motivo por el que nadie que no sea él debería acercarse a Kraven. No solo eso, esta historia, conozcas o no La última cacería de Kraven, es muy recomendable puesto que DeMatteis sabe bien hacer un producto unitario que puede leerse sin conocer apenas nada, no más allá de que Peter Parker es Spiderman y que Kraven está muerto. Todo lo demás está ahí, todo lo preciso se da, todo lo que es necesario se cuenta.
La cacería perdida de Kraven sigue con la larga saga que, sin saberlo nadie, empezó en 1987. Un trozo más, otro clavo más en la condena de Kraven, quizá el último, quizá el que lo cierre todo, pero si no es así bienvenido será. Siempre que lo firme J.M. DeMatteis, claro.