Festival Mutea: Somos mejores de Aelia

Hace tiempo, mucho tiempo, leí en El Jueves (creo) algo parecido a esto: “Tragedia + tiempo = humor”. Y es cierto que si dejas pasar el tiempo suficiente puedes crear comedia de prácticamente cualquier cosa aunque quizá la pandemia global que hasta hace no se ha dado por finalizada en España esté todavía demasiado cercana. Claro que por otro lado te encuentras a personas aque parece que no la recuerdan (me ha pasado) y eso sin tener en cuentas a los negacionistas que preferían pensar en complicadas teorías y conspiraciones antes de aceptar la sencilla verdad que había a su alrededor. El miedo mezclado con la ignorancia y la desconfianza por defecto es algo muy peligroso. Pero vamos a Somos mejores.

El grupo Aelia puso en escena en el teatro Arbolé la obra Somos mejores y en la misma se hablaba de la pre pandemia, la pandemia y la post pandemia. Una función con intenciones cómicas que sigue las vivencias de una familia de barrio obrero y cómo intenta pasar lo mejor posible el confinamiento y las consecuencias de este. No solo eso, también critica la falta de respeto de muchos al incumplir día sí y día también las normas (con sus plandemias y sus bozales), pero también de la importancia de descubrirse a uno mismo y ser felices siendo nosotros mismos.

Aficionados entregados

Si bien hasta el momento las diferentes compañías me habían sorprendido por su alto nivel no ha sido este caso y aquí sí puedo decir que se notaba que eran aficionados. Esto no es algo malo, a fin de cuentas Mutea es eso precisamente: Muestra de teatro amateur. También es cierto, y debe decirse, que todos los actores y actrices sobre el escenario se esforzaban, intentaban dar lo mejor que podían y se lo pasaban bien (algo que en una comedia da valor añadido).

No negaré que por mi parte me pareció que pecaba de un humor algo caduco y estereotipos hace tiempo superados, pero dicho esto hay algo más importante y es que el público de la sala estallaba en carcajadas cada poco. Y eso es lo que realmente debe pesar ante una obra que pretende ser divertida, si logra o no que los asistentes se diviertan. No todas las propuestas son para todo el mundo (por ejemplo la película El faro que a mí me encanta y otros se quedarían dormidos) y esta no logró conectar conmigo prácticamente en ningún momento. No pasa nada, sí logró hacerlo con todos los demás que se reían, comentaban y al final estallaron en aplausos.

Así que Somos mejores consiguió su objetivo, el público se lo pasó bien y demostraron que hasta los momentos más oscuros se pueden recordar con humor.