Cuando un grupo teatral representa una obra con el nombre de Castra Aelia la ambientación llega de forma bastante rápida a la cabeza: la antigua Roma. Algo que se refrenda con el libreto que emula un documento antiguo y más todavía al entrar en la sala del teatro Arbolé y ver que el escenario de su festival Mutea tiene columnas y un muy evidente aire romano.
Siempre que se habla de Castra Aelia hay que citar a Tito Livio, el legendario historiador romano que narró la historia de Roma en más de un centenar de libros (entendidos estos como rollos de papiro y no nuestra concepción actual del objeto). Fue él quien dio una de las citas más claras sobre Castra Aelia en su Historia de Roma (o Ab Urbe condita, en su titulación original) y al que se usa siempre de referencia.
Un grupo amateur
El grupo teatral en concreto se llama Aelia con lo que era cuestión de tiempo que terminase llegando en alguna representación hasta el origen de su nombre. Y lo que pone en escena es lo esperable, una narración con intriga, un coro conformado por tres vestales, un patricio, soldados, una batalla y varios toques de humor por aquí y por allá. Y mucho esfuerzo, eso también y debe ser tenido en cuenta.
El festival Mutea es una muestra de teatro amateur y si bien algunas compañías sobresalen y bien podrían ser profesionales otras no lo son, son amateurs, aficionados y eso no es, y hay que dejar de pensarlo así, algo malo o una forma de hacer de menos su trabajo. Todos los miembros de Aelia estuvieron en el escenario, declamaron su texto, sacaron adelante la obra y aunque esta no tenía un buen equilibrio entre el drama y la comedia eso no fue óbice para que el público la disfrutara.
El genial Mamerco
Hay que destacar a un miembro del reparto y el personaje interpretado por él: Kike Conejero y el esclavo Mamerco. Gran parte, o casi todas, las escenas de corte cómico le involucran a él como un esclavo asustadizo y timorato, fiel a sus señores pero con su propio duelo interno y sus ansias de libertad aunque también en cierta forma aplastadas por la fuerza de la costumbre.
Su mímica, su capacidad expresiva, su interpretación física… Se convirtió en lo mejor de la obra según puso un pie en el escenario. Además se da la feliz casualidad, y tiene su gracia al ser una obra sobre romanos, que su actuación y físico parecen sacados directamente de las mentes de René Goscinny y Albert Uderzo. Es decir, que bien podría haber salido en alguna aventura de Astérix y Obélix, quizá hasta ser liberado de su esclavitud por estos.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012
A mí particularmente me gusta mucho más la palabra amateur que aficionad@,
Aunque signifiquen lo mismo, solo que una en francés y otra en nuestro idioma. Hay que quitar el tabú a usar aficionado. ¡Gracias por comentar! No te olvides suscribirte a nuestro canal de difusión de WhatsApp para no perderte nada.