Portada de El abismo de Adam de Souza. Créditos: Norma Editorial.

Portada de El abismo de Adam de Souza. Créditos: Norma Editorial.

El abismo de Adam de Souza es un coming-of-age entremezclado con una road trip.

La vida es hermosa y terrible al mismo tiempo. Un solo día puede ser a la vez el mejor y el peor. No hay nada cierto y todo tiene dos caras. Llegamos, vivimos y luchamos por ser nosotros mismos. No es sencillo y El abismo es la muestra de ello. Es muy complicado encontrar tu hueco cuando este es distinto del lugar en el que has nacido, cuando tus necesidades son otras o cuando, y no hay más, solo quieres ser tú sin nada más.

El abismo, de Adam de Souza

El abismo, de Adam de Souza (editado por Norma Editorial en su sello Astronave), presenta a Olivia, una chica de instituto que emprende un viaje (no del todo inesperado) para llegar hasta una vieja comuna a la que solo conoce por un panfleto. No estará sola, la acompañarán por este periplo que no es de baldosas amarillas, dos amigos que al igual que ella tienen sus propios dilemas internos sobre quiénes son, quiénes quieren ser y quiénes quiere el mundo que sean.

A través de unas páginas sencillas a la par que deliciosas los tres emprenden este viaje tan metafórico como literal en el que descubrirán más sobre sí mismos, sobre su amistad y sus valores, sobre el mundo que los rodea y sobre el blanco y negro que de forma inevitable se torna en grises. Y es que como dice el viejo refrán sajón, “Life is simple, It´s just no easy” (La vida es sencilla, pero no es fácil).

Viñetas de El abismo. Créditos: Norma Editorial.
Viñetas de El abismo. Créditos: Norma Editorial.

En busca de Shangri-La

Mientras recorren kilómetros en busca de su Shangri-La soñada se cruzarán con otras personas que les harán abrir los ojos y la mente, los viejos prejuicios caerán y el dolor por el engaño de los lugares comunes aparecerá. John Keats dijo que “La belleza es verdad, la verdad es belleza” pero no dijo que esta no conllevara dolor o sufrimiento, aunque en el mismo poema aclara que “Las melodías conocidas dulces son, pero las desconocidas aún son más dulces” y eso mismo descubre Oli en El abismo.

Este escrito es Oda a una urna griega y desconozco si de forma consciente o inconsciente Adam de Souza parece haber bebido del mismo para su obra. Las letras de Keats parecen guiar las ilustraciones de Souza y leer uno es entender el otro y viceversa. Quizá Souza no conoce este poema, quizá sí, lo que es cierto es que sí conoce la vida y el anhelo por vivirla que todos tenemos. Un anhelo que brilla y refulge en la adolescencia, en la juventud, y que después sigue ahí aunque en ocasiones la hoguera solo sean ascuas y haya que reforzar el fuego con leña, cuidado y pasión.

La vida y nada más

El abismo es un coming-of-age entremezclado con una road trip, el viaje es real y cierto, sucede por dentro y por fuera. A través de sus páginas Souza enseña todo un mundo por descubrir, sus ilustraciones de paisajes son maravillosas y transmiten una calma real y palpable en unas viñetas en las que puedes oír el bosque vivir, el viento cantar, los pájaros volar y los árboles susurrar. Y al final… ¿crecemos? ¿dormimos? ¿tal vez soñamos? ¿nos despertamos? ¿el abismo nos devuelve la mirada?

Al final, la vida. La vida y nada más. Eso es todo.

Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!

El arte de Adam de Souza en El abismo. Créditos: Norma Editorial.
El arte de Adam de Souza en El abismo. Créditos: Norma Editorial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *