La princesa de las amazonas regresa con una trepidante aventura.

En su esencia más básica puede decirse que Wonder Woman es un personaje mágico, literalmente nació del barro y su madre es la reina de una isla de guerreras de leyenda. Partiendo de esa idea no es extraño que la heroína se enfrente a dioses y humanos por igual, luchando con criaturas imposibles y arriesgando su vida por los demás siguiendo tan solo su propio faro de bondad.

Es precisamente de esta forma como los muy conocidos y populares Amanda Conner y Jimmy Palmiotti la presentan en el tomo Wonder Woman: Vuelve junto a mí. Es una princesa de fantasía con una clara misión y esa misión es ser la portadora de la antorcha del bien y enfrentarse al mal sea cual sea su forma, incluso un incendio que asola un bosque recayendo en sus manos ser la artífice de lograr salvar a personas y animales por igual.

Esa es la Wonder Woman que ellos han decidido contar, la de una joven de ensueño que realiza asombrosas hazañas, y que fascina con las mismas a sus compañeros y lectores. Así en esta historia el personaje deberá luchar tanto por su vida como por la de sus amigos, los muy veteranos, editorialmente hablando, Steve Trevor (su primer y gran amor) y inseparable amiga Etta (convenientemente actualizada para la época actual), quienes por la simple relación con ella se ven arrastrados a situaciones increíbles y peligrosas.

Otra vez el matrimonio Conner-Palmiotti da nueva vida a un popular personaje femenino, como ya hicieron con Harley Quinn en la que para muchos es su mejor etapa, o Starfire que estaba relegada al cuasi olvido tras la brillante época de Los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez, y por supuesto su Power Girl que brilló con luz propia. Su conocimiento del universo DC junto a su siempre acertado tratamiento de personajes y su gran capacidad artística son una apuesta segura para editores y lectores.

Claro que hay que decir, como matiz y quizá aviso, que en este tomo la parte gráfica recae en los dibujantes Chad Hardin y Tom Derenik (a excepción de las portadas, que son de Amanda Conner), quienes logran a la perfección estar a la altura de las circunstancias rodeando a la princesa amazona de la magia que necesita en cada viñeta. El primero resultará familiar a más de uno (incluyendo a Conner y Palmiotti) por su trabajo en la serie Harley Quinn, y el segundo por sus lápices en la JSA junto al guionista Marc Guggenheim.

La mezcla de estos talentos conforma un volumen aventurero y entretenido, una historia ideal para adentrarse en el mito de Wonder Woman y caer rendido ante un personaje que es por derecho propio parte de esa trinidad fundamental de DC Comics conformada por ella, Batman y Superman.

Puede que a William Moulton Marston no le gustase, quién sabe, pero sin duda alguna a vosotros os encantará.

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