Florence Pugh y Morgan Freeman en Una buena persona de Zach Braff
Una buena persona es una película que trata situaciones y temas nada sencillos.

Para muchos Zach Braff es, y siempre será, el médico John Dorian (o sencillamente J.D.) de la estupenda comedia Scrubs. Este es sin duda su trabajo más conocido y popular, no en vano la serie estuvo una década en emisión y consiguió su propia legión de seguidores gracias a sus inteligentes guiones, su humor absurdo y sus momentos emotivos, algunos realmente devastadores como la muerte del personaje llamado Ben Sullivan al que interpretó Brendan Fraser.

Pero el tiempo pasa y Zach Braff no se ha quedado solo en eso, aunque en ocasiones su vida profesional sea algo desconocida por el gran público y más si nos alejamos de lo que es la interpretación. Aunque muchos no lo sepan también es director, de hecho en Scrubs estuvo detrás de las cámaras en siete episodios, también es así en otras producciones como Alex, Inc. que el mismo protagoniza o la película Un golpe con estilo y de forma más reciente Una buena persona, editada en Blu-ray hace poco por Divisa Home Video, en la que también firma el guion.

Florence Pugh y Morgan Freeman, dos protagonistas perfectos

En este caso cuenta con los servicios interpretativos de Florence Pugh y Morgan Freeman, dos profesionales que realizan una estupenda puesta en escena como se espera de ellos. Florence Pugh es una de las actrices del momento gracias a su gran talento y capacidades, las que personalmente descubrí en Mujercitas (versión de 2019) donde logró conquistarme y convertirse en una de mis intérpretes predilectas. Y Morgan Freeman es Morgan Freeman, ¿hace falta decir algo sobre él? Está impecable, es humano, es creíble, es emotivo y es que es uno de los mejores actores vivos, no se puede opinar otra cosa.

A lo largo de las escenas de Una buena persona ambos comparten protagonismo gozando de una muy buena química y un duelo actoral que resulta delicioso para el público. Sus personajes son reales y palpables, sentimos su dolor, sus esfuerzos, vemos su mundo romperse y sus intentos de recomponerlo. El filme habla de temas duros y complicados, de la pérdida y la depresión también de la caída en adiciones y del rencor pero lo más importante es que reflexiona sobre el perdón y la redención.

Una película sobre la vida

Todo lo mentado lo sientes en tu propia piel, sufres por ellos y por todo lo que viven, en más de una ocasión ves reflejada tu propia vida y el dolor pasado, pero a pesar de todo (y sorprendentemente) el filme entra prácticamente solo y logra que solo quieras seguir viendo. Algo que se debe a la habilidad de Zach Braff como guionista y director, dado que logra que situaciones terribles y temas que son realmente duros y complejos se deslicen a lo largo del metraje casi sin que el espectador sea consciente de ello. No edulcora nada, los momentos de caída al pozo lo son sin limar asperezas, los personajes se resquebrajan y son heridos, pero a pesar de todo ello el realizador consigue que terminemos sonriendo ante la esperanza de un mañana mejor. Es más, es capaz de ello a lo largo de todo el metraje, sabemos que aunque no parezca haber solución (y citaré Annie) el sol brillará mañana.

Una buena persona es una película que trata situaciones y temas nada sencillos de mostrar y lo hace de una forma sensible, delicada y real, todo ello sustentado en unas buenas actuaciones por parte de Pugh y Freeman. Un filme sobre la vida, con todo lo bueno y lo malo de esta.

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