Mads Mikkelsen en The Bastard (La tierra prometida)
La Real Academia Española (la RAE) describe un páramo como “Terreno yermo, raso y desabrigado. 2. m. Lugar sumamente frío y desamparado”, tras ver The Bastard (La tierra prometida) solo faltaría añadir que además es el lugar al que van a morir los sueños. No hay esperanza, no hay salvación, no hay oportunidad, solo dolor, esfuerzo, muerte y tristeza en este filme que firma Nikolaj Arcel, con algunos escasos momentos de luz y de alegría. Instantes que brillan como las estrellas en el cielo ante la comparativa de todo lo demás dentro de una película que se basa en un hecho real sobre un hombre que se propuse cultivar patatas en una tierra baldía, al menos en parte.
Solo en parte dado que el título es una adaptación de la novela Kaptajnen og Ann Barbara que firma Ida Jessen, con lo que tiene sus licencias (como todo producto audiovisual debe tener) y se centra ante todo en la relación del capitán Ludvig von Kahlen con su sirviente Ann Barbara, personajes a los que dan vida Mads Mikkelsen y Amanda Collin de forma magistral. La suya es una historia trágica en la que los ídolos no son sus corazones, al menos por parte de él, y que parece condenada al fracaso desde un comienzo.
Mads Mikkelsen, un gran actor internacional
El gran baluarte y pilar de The Bastard (La tierra prometida) es Mads Mikkelsen, uno de los mejores actores del momento con una carrera llena de grandes película y personajes complejos a sus espaldas. Ha participado en obras como Hannibal, donde daba vida al inquietante doctor Hannibal Lecter, en la aplaudida Otra ronda e incluso en la saga de Indiana Jones en su última entrega Indiana Jones y el dial del destino. Aquí crea un personaje lleno de frustraciones, ira y una gran contención que pugna por salir desde el primer segundo de la proyección; una gran elección de casting que sostiene toda la narración.
No puede negarse que el resto de los intérpretes estén a su altura, todos logran dar personajes humanos con pies de barro, personas que solo intentan encontrar su lugar en la vida. Pero por encima de todos ellos hay que destacar a Morten Hee Andersen como el horrible y desquiciado Johannes Eriksen, un hombre carcomido por sus propios demonios, por la sombra de su padre y un gran número de miedos que le hacen ser una persona despreciable. Podría llegar a sentirse lástima de él si no fuera por el hecho de que en realidad se le odia desde que entra en escena, algo que habla muy bien de las buenas capacidades interpretativas de este profesional.
Un relato sórdido y frío
Nikolaj Arcel firma un relato en el que la esperanza no parece existir y en el que el páramo es otro personaje igual de importante que el resto. No es tan solo un escenario en el que suceden las acciones, está igual de vivo que ellos. También cambia, evoluciona y se relaciona de una u otra forma con todos los que se interesan por él, tan solo le faltan un par de líneas de diálogo para que la transición sea total. Un lugar en el que nada parece posible, en el que se logra la vida pero a cambio de sufrimiento, dolor y, de forma inevitable, muerte.
The Bastard (La tierra prometida) está destinada a convertirse en uno de los títulos imprescindibles de Mads Mikkelsen, tanto por su interpretación como por la labor de realización, con una cuidada fotografía y algunos planos dignos de elogio. Sorprende que siendo un filme tan duro con una historia llena de espinas y aristas caiga por la garganta suave como pan con aceite, un claro ejemplo del buen trabajo realizado por todos los implicados.
Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!
