Pablo Maqueda y Haizea G. Viana, dos nombres tras La desconocida
La desconocida es un filme inquietante que remueve por completo, trata temas complejos de una forma cruda y descarnada. El protagonismo recae en Laia Manzanares y Manolo Solo que logran dos actuaciones maravillosas en una película dirigida por Pablo Maqueda, que también firma el guion junto a Paco Bezerra y Haizea G. Viana, a la que entrevistamos a continuación.
La desconocida adapta una obra teatral, ¿qué diferencias principales ves entre el teatro y el cine?
Creo que simplificando, el teatro es palabra y el cine utiliza la imagen por encima de esa palabra, porque, como sabemos, si se dice y se muestra, no funciona.
La obra eran dos personajes en un parque. Estos personajes hablaban, relataban situaciones, nos daban datos, pero siempre a través de la palabra y de nuestra confianza en lo que ambos estaban diciendo. El mayor reto para nosotras fue poner imágenes a todo lo que ellos transmitían en palabras. Tuvimos que tomar decisiones clave para la trama y lo que finalmente se vería en pantalla. Y creo sinceramente que ahí radica la diferencia con la obra y era nuestro gran reto. Porque teníamos claro que no queríamos hacer una película de la obra de teatro, queríamos partir de la obra para dar un paso más y hacer una película, y en ello estábamos los tres de acuerdo. La obra era perfecta, así que nuestro reto era hacer una película que estuviera a la altura sin hacer ninguna concesión porque los códigos del cine son otros. En el teatro te sientes libre para ser todo lo transgresor, exhibicionista y libre que te imagines, pero como decía, los códigos del cine son otros, y sí, somos menos libres.
¿Qué fue lo más complejo a la hora de abordar el guion de La desconocida?
Respecto a la escritura, para nosotros era vital que Paco escribiese el guion con nosotros. No lo hubiéramos hecho de otra manera, no tendría sentido. Eternamente agradecidos a él, porque ahora tenemos una película y una bonita amistad. Para Pablo como director el mayor desafío era hacer algo nuevo de un material inicial que admiraba y respetaba. También fue un reto ya que no se dialoga igual en teatro que en cine, pero a la vez teníamos que mantener la esencia. En este proceso fue clave la fase final, cuando Pablo comenzó los ensayos con Manolo y con Laia.
He disfrutado mucho de todo el proceso de creación. Estuvimos cerca de 2 años escribiendo hasta sentir que teníamos el guion adecuado.
¿Cómo fue el proceso del casting de este proyecto?
El casting estuvo a cargo de Arantza Vélez y Paula Cámara y fue un proceso largo hasta encontrar a Laia Manzanares. Vimos a más de 100 actrices durante un año y Pablo se involucró mucho porque el personaje de Carolina es muy complejo y requiere unas características muy concretas, tanto físicas como psicológicas. También quería a alguien que no fuera especialmente reconocible por el público y Laia era perfecta para el papel y estaba dispuesta a profundizar en el personaje, a dejarse llevar.
En el caso de Manolo Solo, es un reputado y premiado actor que nunca ha tenido un papel protagonista. Yo buscaba a alguien que ya tuviera un nombre, pero que a la vez fuese el hombre corriente, el hombre de la calle. También necesitaba un actor que quisiera meterse a interpretar a un personaje como este y Manolo lo estaba.
Pablo disfruta mucho del proceso de audición como parte creativa del proceso de ser director de cine. También tuvieron la oportunidad de ensayar mucho antes de rodar, de hablar sobre los personajes y ahí la implicación de ellos fue clave.
Ambos son increíbles y su trabajo y compromisos con estos personajes es una locura. Estaremos siempre muy agradecidos.
¿Os esperabais las críticas que ha tenido La desconocida?
¡Ay, las críticas! Puede sonar poco creíble pero nosotras sabíamos desde el principio la película que estábamos haciendo y todo lo que ello implicaba. Además en un contexto como es el cine español, pero a Pablo y a mí no nos asustan los retos, la verdad. A Paco mucho menos. Sentíamos la responsabilidad autoimpuesta de crear algo diferente, que se saliese del molde y que no salgas de la sala, de la misma manera en la que entraste. A Pablo le gusta decir que la película empieza cuando sales de la sala.
¿Nos esperábamos la disparidad de críticas? Sí. Sabíamos que teníamos una película arriesgada, con una narrativa poco convencional y con un tema complicado, pero muy importante. Antes de empezar a hacer los test screenings meses antes del estreno, sabíamos que la película no te iba a dejar indiferente: la vas a amar o la vas a odiar, pero la pensarás y se quedará contigo. Las películas que crean esa sensación de descontrol o de lo desconocido, generan reacciones extremas. Y con todo esto, estamos muy, muy felices.
Al final eso es el arte. Lo que una misma obra me genera a mi y lo que te genera a ti.
Toda la campaña de lanzamiento la trabajamos mucho desde el rodaje teniendo toda esta información en la cabeza.
Tras el paso por cines donde la película se hizo muy presente y generaba muchas conversaciones entre el público cautivo por este tipo de cine y este tipo de historias. Durante las 5 semanas que estuvimos en cartel, hicimos muchísimos coloquios y luego nos íbamos con las espectadoras a tomarnos unas cervezas y continuar con el debate. Eso ha sido maravilloso y muy enriquecedor. En crear ese clima, Pablo y Paco son expertos.
Tras los cines, llegó a Filmin y ahí fuimos varias semanas nº 1, traspasando al público nicho. Entonces las reacciones son mucho más viscerales. A veces nos metemos a leer las críticas de Letterbox y de Filmin, pero… ¿hay algo más maravilloso que esto? Escritos el mismo día, a la misma hora, y la magia.
Fin de la segunda parte de La desconocida. Puedes leer aquí la primera.
Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!
