Cuando el 1 de septiembre Universal Pictures lanzó el trailer de La chica danesa logró ser uno de los temas más comentados en su momento en Twitter. El avance era tierno a la vez que duro puesto que el tema que contaba no era sencillo, prometía mucho y por desgracia la película no está a la altura de las expectativas.

La narración cinematográfica de Tom Hooper empieza pausada y más lenta de lo que hoy es habitual en la pantalla, algo que se muestra muy necesario ya que debe introducirse con calma a los dos personajes principales que llevarán a cabo toda esta representación.

Por un lado tenemos a la talentosa Alicia Vikander como Gerda Wegener y al otro al reputado Eddie Redmayne que se enfrenta a un nuevo desafío tras su galardonana interpretación en La teoría del todo. Su papel es el de Einar Wegener y posteriormente el de Lili Elbe, una mujer que vivía dentro de un cuerpo que no es el suyo y que poco a poco va cobrando vida.

Un dura historia que se basa en la novela de mismo nombre, The danish girl, de David Ebershoof que ficciona en gran medida los hechos reales para crear un desarrollo más interesante para el lector. Así que aunque podríamos estar dentro del género de la biopic no lo es tanto debido a que el escritor no pretendía contar esa historia real, como él mismo ha reconocido y por eso no dudó en crear personajes o sencillamente imaginar mucho de lo que escribió al respecto de la vida de Lili Elbe. A su vez se inspiró en el trabajo de Niels Hoyer, amigo de Lili cuando todavía era Einar, y autor de su biografía bajo el título Man Into Woman: The First Sex Change, a Portrait of Lili Elbe : the True and Remarkable Transformation of the Painter Einar Wegener.

Pero a pesar de contar con todo esto, de tener las espaldas cubiertas con un prestigioso libro, gran presupuesto, actores que siempre brindan muy buenas interpretaciones, a pesar de todo no se logra transmitir la intensidad que se debería.

Tom Hooper demostró sobradamente sus capacidades con la dirección de la muy mediática El discurso del rey, lo que hace que nos preguntemos todavía más dónde está el fallo. Empieza bien, poco a poco se va mostrando al lugar y la época en la que estamos, los protagonistas y su mundo, pero en un momento dado esa lentitud que debía dar paso a un desarrollo y desenlace con más ritmo y fuerza, no lo hace. Es una película lenta, sin motivo alguno, sin que esto ayude de ninguna forma a la trama o al sufrimiento de sus protagonistas.

Dos personas que están en una situación que es totalmente nueva para ellas y también para el resto de la sociedad, de hecho hoy en día este tema no termina de estar realmente comprendido y aceptado. Ellos tendrán que salir adelante para que su amistad y el amor que comparten prevalezca, a pesar del qué dirán y la incomprensión que puedan suscitar tanto de puertas para afuera como dentro de ellos mismos.

Y este es parte del problema. Que en todo momento el espectador debe prestar su atención a ambos sin llegar a tener realmente claro cuál es la trama principal de la película. En ocasiones parece que es el proceso de pasar de ser Einar Wegener a Lili Elbe con todo lo que eso conlleva, pero en otros puntos lo que destaca es la vivencia de Gerda Wegener que ve que está perdiendo al amor de su vida mientras otra persona va tomando su lugar y poco a poco va sintiendo otro amor por ella. Ambos dramas están presentes en igual de intensidad, mismo tratamiento y no dejan espacio al uno al otro, el público no puede descansar para que repose en su mente y esto hace mella en la calidad de la película.

Si bien hay que alabar la interpretación que brindan ellos dos. Primero Eddie Redmayne que tenía un muy alto listón tras ser Stephen Hawking y del que se esperan grandes cosas en un futuro, aunque no esté ala altura de esa anterior actuación debe reconocerse que logra dar una veracidad y credibilidad al personaje sin el que no podría funcionar.

Más reconocimiento en opinión del que suscribe debería darse a Alicia Vikander, a la que recientemente se ha podido ver en Operación U.N.C.LE, y que sin duda va a encontrar aquí el papel que la hará saltar a la fama de forma definitiva. Su dulce e intensa cuando lo necesita interpretación de Gerda Wegener es sin duda lo mejor de la película y la que logra captar en todo momento la atención del espectador. Su presencia llena la pantalla logrando transmitir los muy contradictorios sentimientos que luchan dentro de ella, sin resultar en ningún momento excesiva y siempre totalmente tangible.

Pero nada de esto logra salvar la promesa que daba el trailer que resulta mucho más acertado en su ritmo y contenido que la propia película. Con todo no sería justo que sea un producto olvidable o ignorable, podría puntuarse con un “bien alto” y quizá ayude al público generalista a entender que hay situaciones que necesitan una normalización inmediata.

El cine va de eso, de cambiar el mundo y lograr que veamos más allá de nuestras estrechas miras. Lo mismo que hizo Lili Elbe para lograr ser ella misma.

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