Howard Chaykin regresa a Marvel para mostrar otro pedazo de su universo.

Personalmente considero que Instantánea Marvels es una de las mejores series en grapa que existen en este momento, por un lado debido a la gran cantidad de autores de calidad que tiene (diferentes en cada entrega), otro tanto por los muchos y variados personajes que se dan cita en sus páginas, por supuesto suma puntos el contar con Kurt Busiek como el hombre que maneja los hilos de todo, y sin duda alguna por mostrar nuevos e interesantes puntos de vista del universo Marvel.

Claro está que esto no es nuevo, y precisamente viene directamente de la maravillosa Marvels que el guionista firmó junto a Alex Ross. Solo que ahora los ciudadanos corrientes no son solo Phil Sheldon, hay muchos más y eso permite ahondar en profundidad en la continuidad de unas historias que todos conocemos bien.

Pero más que nada, y es lo mejor, permite vislumbrar cómo es la realidad en la que viven los vecinos de Nueva York en sus encuentros con los héroes y villanos. Pueden ser policías y médicos que intentan ayudar a otros, jóvenes que se enfilan en alguna organización criminal o delincuentes de poca monta que no tienen ningún futuro al tener que competir con supervillanos.

Es justo en este punto en el que aparece Instantánea Marvels: Spiderman, con Howard Chaykin como autor completo para todo el número. Este creador es bien conocido y fue imprescindible décadas atrás gracias a trabajos como Power and Glory y, por gusto personal, su miniserie de La Sombra, entre otros muchos proyectos; y si bien no resulta tan redondo como lo fue entonces, aquí sirve perfectamente ese viejo refrán de que “el que tuvo, retuvo”.

Sus páginas y sus viñetas cumplen con lo que se espera de él, una vez más mostrándose gran amante de los bajos fondos y de las personas que están debajo de la alfombra, presentando a dos delincuentes de baja estofa que recuerdan en mucho a varios de los criminales con los que Spiderman se encontraba en sus primeros tiempos. No hay que olvidar que aunque siempre hubo grandes villanos, en sus aventuras iniciáticas con Lee y Ditko eran muy habituales los gánsters y sus bandas, como el Gran hombre y los Forzadores, que poco a poco quedaron atrás aunque de vez en cuando tenemos la suerte de que Wilson Fisk aparezca en escena.

Instantánea Marvels: Spiderman viaja por las esquinas oscuras y los susurros en los bares, pero también lleva algo de esperanza y dice de forma clara “esto no es todo”. El universo Marvel nunca deja de crecer, de cambiar y, en esencia, de ser el mismo que en los años sesenta comenzaron Stan Lee, Jack Kirby y, por supuesto, Steve Ditko.

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