Ron Marz y Ron Lim (que de ser guionistas televisivos o directores de cine seguro que se les llamaría Los Rones) siguen adelante en su viaje cósmico iniciado en Warlock: Renacimiento. Ahora el camino les lleva hasta Estela Plateada, personaje que apareció en la última viñeta del tomo anterior y que se convierte ahora en el máximo protagonista.
No es cierto. Lo es pero junto al Capitán Marvel, al hijo del original, que sirve tanto como aliado como motor para mover la narración y provocar el viaje en el que los dos héroes se embarcan. En ambos casos, y sin entrar en detalles, les servirá para conocer más de sí mismos, de su historia y enfrentarse a su interior como solo los trágicos y atormentados héroes de Marvel Comics saben hacer.
Una viaje nostálgico
Espera. Ron Marz. Ron Lim. Estela Plateada. Capitán Marvel. Aventuras cósmicas. Esto me suena. Sí, claro que sí. Este es uno de esos cómics alineados con las propuestas más nostálgicas y vintages de Marvel, como Magneto tenía razón, que quieren recuperar historias de antaño y, con suerte, captar a un lector que está cada vez más alejado por los muchos vaivenes que han sufrido los personajes en las últimas décadas.
Y ambos Rones son conscientes de ello. No pretenden con su trabajo ser merecedores de ningún premio y tampoco creo que esperen demasiados elogios, tampoco críticas destructivas (nada más lejos), sencillamente hacen lo que mejor saben hacer y lo que llevan haciendo mucho, pero mucho, tiempo. Conocen muy bien a Estela Plateada, conocen el universo cósmico de Marvel, son conscientes de que al igual que en el caso de Warlock lo que tienen entre manos es una miniserie de cinco números y lo que pretenden es contar una aventura bien hecha, que divierta y que por el camino deje una o dos sorpresas.
Dos creadores de talento
Lo logran, lo logran con creces. Es una lectura que cumple, que no decepciona, que demuestra el talento de dos creadores que una y otra y otra y otra vez han dejado claro su gran habilidad y su estupenda profesionalidad. El guion de uno engancha, construye bien a los personajes y las motivaciones de los mismos, mientras que el dibujo del otro es limpio, impactante y brutal cuando debe serlo. Una mezcolanza ganadora desde todo punto de vista.
Estela Plateada Renacimiento: Legado no es El guantelete del infinito y tampoco lo pretende, está más cerca de ser Los hermanos del infinito en sus ideas, intenciones y narrativa. Y al igual que ese volumen resulta en ser un buen añadido a la colección de héroes cósmicos de Marvel Comics de cualquier lector amante de estas tramas que son a la vez dramas humanos y dramas más grandes que la vida.
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