Llego con los deberes hechos y he aprovechado el fin de semana para ver Bitelchús otra vez y llevarla fresquita para poder ¿comparar? con lo nuevo que voy a ver. Que equivocado estoy: no se puede comparar una con otra. Lo que se presenta delante de mí es una ampliación en toda regla de ese universo.
Cabe destacar que, aunque llevo poco tiempo haciendo críticas, no recuerdo ver la sala de proyecciones tan concurrida. Me da la impresión que mucha de la gente del pase quiere volver a contactar con esa persona de su pasado que disfrutó la película anterior. Y por lo que veo, se consigue sin problema.
Creador de universos
Tim Burton ha decidido volver de su retiro parcial para contar esta historia. Es algo de agradecer porque no son muchos los directores que tengan un universo tan propio y particular como el de Burton.
Como decía antes, lo que se consigue con esta película es ampliar el universo que ya nos presentó el director en su predecesora. Y lo hace con un detalle importante: no pierde de vista su origen, mediante continuos guiños al pasado.
Además de eso, Burton sabe que tiene en sus manos un personaje que gracias a su ruptura con la cuarta pared le permite hacer todo (no miramos a nadie, Ryan Reynolds) y llega a no tomarse en serio en algunos momentos. Bien por elegir esa vía.
A esto se suma el añadido de un par de escenas que juegan con otro tipo de universos, lo que ayuda a acentuar la idea de las miles de formas diferentes de narración que presenta este artista.
Es verdad que el filme está escrito por Alfred Gough y Miles Millar, los aliados de Burton en la serie Miércoles, así que si te gustó la serie, es muy difícil que la película no te guste. Obviamente, no voy a revelar nada del argumento de la película más allá de que Bitelchús nunca se ha ido del todo y ahora, muy a pesar de Lydia, le necesita.
En cuanto al reparto, cada uno de los personajes tiene su parcela de protagonismo, por corto o poco relevante que sea su rol. Son instrumentos necesarios para que la orquesta suene de maravilla.
Es lógico destacar a algunas personas: Michael Keaton ha venido a divertirse en la película con toda seguridad, Winona Ryder permite avanzar a su Lydia con la madurez que le da su talento, Justin Theroux y Willem Dafoe son complementos de humor que dan algunos momentos reseñables de la película, Jenna Ortega aporta juventud y sorpresa de ojos nuevos en este universo.
Pero, sin lugar a dudas, si tengo que destacar a alguien por encima de los demás, es a Catherine O’Hara. No hay escena suya en la que no robe toda la atención. Es el mejor personaje con diferencia y su evolución es divertidísima.
Para terminar, ya digo que no vais a encontrar lo mismo que Tim Burton nos dio hace décadas, pero el material que nos pone delante bien vale pagar una entrada para disfrutarlo.
Es una película entretenida en la que el tiempo pasa volando. Para hacer una comparativa, la nueva película de El Cuervo dura menos y miré la hora varias veces. Con esta ni me he acordado del reloj. Acercaos al cine a disfrutar de las locuras de Bitelchús, de verdad que lo agradecéis.
¿Qué dices, Doc? ¿Cómo? ¿Qué he dicho su nombre tres veces? Ay, otra vez no…
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693
Sigue con acierto el desmadre anárquico que ya era la primera entrega, en una secuela que (ahora si) recupera la esencia 100% de Tim Burton. https://chacalx.blogspot.com/2024/09/bitelchus-bitelchus-secuela-100-tim.html
Aunque siempre añoraremos la secuela original que no existió, «Beetlejuice se va a Hawai».