El terror de Bolivar Trask en X-Men

De forma inevitable el pack Colección X-Men de Divisa Films tiene entre su decena de películas del universo mutante de Fox X-Men: Días del futuro pasado. Para muchos esta es, junto con Logan, la mejor de las entregas y a su favor tiene una base en uno de los arcos más queridos del cómic, viajes en el tiempo y contar con los actores originales y los de las precuelas en una misma historia.

En su momento fue un título muy esperado y no decepcionó, menos todavía cuando tiempo más tarde se lanzó el denominado Rogue Cut (que no está incluido en este set) con un montaje algo diferente y la participación de Pícara (Rogue) en la trama. X-Men: Días del futuro pasado es una estupenda película de superhéroes, una más que digna entrega de los X-Men y una visión obligada para todo el que busque buen y entretenido cine.

El avieso Bolivar Trask

Lo es en parte por la inclusión del villanesco Bolivar Trask. Y es villanesco y no villano dado que lo que él hace es en pos del bien, o eso considera. Busca lo mejor de la humanidad, solo quiere defenderse de esos mutantes poderosos que tanto mal, y tanto bien, pueden hacer. Para él son un peligro y la humanidad debe luchar para sobrevivir. Esto es algo que sale de forma bastante directa del cómic, también ha sido usado en la serie de animación de los años 90 (y su secuela, X-Men ‘97 de la que se ha hablado aquí en varias ocasiones), y que funciona a las mil maravillas en esta entrega cinematográfica.

El elegido para dar vida a Trask fue Peter Dinklage, cuya elección hizo plantear si iba a aparecer como Puck por su similitud física con este, con una actuación soberbia que puede contarse entre las mejores de su carrera. Da el toque justo de hombre de negocios, ciudadano preocupado y loco sin control que precisa el personaje, pero esto llega a un paso más allá en los extras del disco de Días del futuro pasado.

Los experimentos con mutantes

En concreto en Galería: Industrias Trask que, como es fácil suponer, es una serie de fotografías en torno esta empresa. Por supuesto hay centinelas, imágenes de estos y de sus planos, pero lo que resulta aterrador son las dedicadas a los experimentos con mutantes, a sus disecciones (¿o vivisecciones?) que muestran el nivel de terror y cuasi tortura (o tortura directa) que emparentan a Bolivar Trask más con Victor Frankenstein que con Stephen Hawking.

Desde la pobre Angel Salvadore a la que interpretó Zoë Kravitz en X-Men: Primera generación a la que vemos cosida con unas marcas que dejan bien claro que su estudio no ha sido cuidadoso, pasando por otros mutantes en igualdad de condiciones con detalladas fotografías. Incluso una terrible en la que están abriendo a uno en canal, esperamos que ya fallecido, con una cizalla como si de una verja oxidada se tratara.

Un contenido extra bastante breve, todo sea dicho, pero que ayuda a dar una visión más global y terrorífica de Bolivar Trask y de la peligrosidad de este. Algo que va más allá de la construcción de los centinelas y el uso de estos, su amenaza va por su equivocada determinación, sus prejuicios y el cómo considera su causa por encima de todo lo demás y es que, como se dice en Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley “Ningún hombre elige el mal porque es malo; solo lo confunde con la felicidad, el bien que busca”. Y puede completarse con “Si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo”.

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