El arte de Pasqual Ferry en Doctor Extraño
El Doctor Extraño está de vuelta en una nueva serie con Jed MacKay a los guiones y Pasqual Ferry como dibujante

Recuerdo que hace años, bastantes, en un cómic editado por Forum Rintrah (aprendiz del Doctor Extraño) al final de la aventura colgaba un cartelito en la puerta que rezaba “El Doctor no está en casa”. Ahora estamos en el caso opuesto y es que el Doctor Extraño ha regresado de entre los muertos y lo hace para, por primera vez en mucho tiempo, ejercer ese papel que tenía apartado: el de un doctor.

Me refiero a un doctor como un médico, algo que él era antes. Así que su consulta está abierta para que sus colegas superhéroes le pregunten, para atender por teléfono e incluso hacer visitas a domicilio si este es el caso. Una más que interesante propuesta que sale desde la mente de Jed MacKay. Mismo responsable de su defunción y del tiempo en que su esposa Clea ha llevado el manto y las responsabilidades que atañen a un hechicero supremo.

Una historia que (casi) empieza de cero

Este primer número es consciente de dónde está y que a los lectores siempre les atrae empezar una nueva historia, por ello aunque es consecuente con todo lo narrado anteriormente bien puede decirse que se empieza de cero. Se hacen las presentaciones precisas, se sitúa a los personajes y se abre el mundo que ha de ser explorado. Por supuesto hablamos del universo Marvel así que no pasa mucho tiempo hasta que el mago se cruza en el camino de otros habituales como Spiderman, Luke Cage y la Gata negra.

Y el Doctor Muerte, por supuesto. La relación entre ambos siempre ha sido compleja, una mezcla de respeto (quizá amistad) y desconfianza venida por el hecho de que ambos son practicantes de las fuerzas ocultas pero Muerte es… en fin, Muerte es Muerte. A todos nos encanta, pero es Muerte. De hecho cuando falleció visitó a su viuda, hecho que Extraño no deja pasar y pone los puntos sobre las íes mostrando además un poco más de cómo será el conjurador en esta nueva etapa.

El arte de Pasqual Ferry

Si alguien me pregunta diré que no ha habido mejor ilustrador de Doctor Extraño que Steve Ditko, su arte me parece poesía pura. Esos mundos imposibles, esas dimensiones interconectadas, la página estaba viva. Y si bien nadie ha estado a la altura hay que reconocer que Pasqual Ferry se acerca mucho y da algunas viñetas que son sencillamente maravillosas.

Su estilo pulcro y definido dota de decenas de pequeños detalles a cada lámina, no falta nada y tampoco sobra. Sabe pasar del mundo habitual a la locura de la magia en solo un momento, se nota su conocimiento y experiencia en cada línea. No en vano es un profesional que lleva décadas en activo, su talento ha estado al servicio de muchos personajes emblemáticos como Superman y los Cuatro Fantásticos.

El primer número de Doctor Extraño de esta nueva etapa es una promesa, una puerta para todo lo que está por venir, y si nos ceñimos a lo mostrado va a ser un viaje que merece la pena. Pedid cita, el Doctor pasa consulta.

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