El mundo catódico ha dado mucho de sí. Todo parece posible en la televisión pero es cierto que unas décadas son más jugosas que otras. Sí, claro que estoy hablando de los años sesenta y es que en esa fascinante etapa cambió la forma del entretenimiento y empieza a nacer la cultura pop según la entendemos hoy.
Los sesenta, unos años geniales
Por un lado tenemos el nacimiento del fandom con Star Trek, la locura que fue Batman con Adam West (con una batmanía como no se ha visto nunca más, aunque la de 1989 por la película de Tim Burton tampoco se queda corta) y por supuesto la llegada de la fantasía a las sitcoms familiares. Hay que recordar que la base para todas ellas es Los recién casados creada y protagonizada por Jackey Gleason, a la que emula totalmente Los Picapiedra (emitida originalmente entre 1960 y 1966) que fue la primera serie de animación para adultos aunque hoy nos parezca bastante naíf e inocentona.
Otros títulos inolvidables fueron Embrujada, La familia Addams y La familia Monster, precisamente de estas dos se habla en el libro Addams y Munsters: Dos familias terroríficamente divertidas. El mismo lo publica Diabolo Ediciones y lo escribe Miguel Ángel Parra, lo que es señal inequívoca de una lectura entretenida y una escritura bien documentada. Esto último debería ser siempre algo básico en los libros de cultura pop mas por desgracia no es así, y en más de uno se pueden encontrar errores garrafales (como que Bruce Banner es Batman. Lo prometo, lo he leído. O confundir con alegría a Marvel y DC varias veces).
Miguel Ángel Parra, el autor pop
El autor de otros recomendables títulos como No es fácil ser verde. El universo de Jim Henson o Mujeres de Star Trek. Donde ningún hombre ha llegado jamás (1966-2005) demuestra una vez más su profundo conocimiento del mundo de las series y el cine, además de una gran capacidad para la arqueología catódica trayendo una infinidad de datos y anécdotas de las dos series. A lo largo de sus más de 300 páginas nos metemos de lleno en dos de las más icónicas producciones de los años sesenta a través de sus actores, sus secretos, sus secuelas y sus variados intentos de resurrección.
Esto mismo es lo que hace que haya más espacio dedicado a los Addams puesto que la franquicia ha tenido una vida posterior mucho más rica. Se pueden mentar las dos exitosas películas de cine de acción real que protagonizaron Raul Julia y Anjelica Houston en los años noventa, que bebían de las tiras originales de Chas Addams de una forma que nunca hizo la sitcom clásica (empezando por su teaser), o la serie Miércoles de Netflix (que en realidad se parece más bien poco a nada pero que ha tenido un gran éxito). Mucha menos suerte han tenido sus compañeros, los Monster, puesto que la sombra de su producción sesentera es muy alargada y si bien algunos productos herederos lograron funcionar (La familia Monster, hoy) parece que su éxito queda circunscrito a ese entonces.
El libro Addams y Munsters: Dos familias terroríficamente divertidas es todo lo que se puede esperar de un libro de Miguel Ángel Parra: es entretenido, es adictivo, es sincero y es un baúl inacabable de datos y detalles. Imprescindible para todos los que somos amantes de esa fascinante década que son los sesenta.