Hace seis años, en 2017, Jason Aaron escribía la primera entrega de la que sería una larga etapa al frente de Los Vengadores. Unos años que llegan a su fin y que si bien no han sido del gusto de todos, algo imposible de hacer por otra parte, sí ha logrado tener su propia legión de seguidores y dejar por el camino algunos buenos añadidos al mito del veterano supergrupo de Marvel Comics.
El momento de decir adiós ha llegado y ha sido a través de una saga de varios números en que los héroes de diferentes tiempos, por supuesto incluyendo a los Vengadores de la Prehistoria, se han visto obligados a unir sus fuerzas para derrotar a un enemigo que parecía imposible de vender: el Doctor Muerte. Seamos sinceros, no podía ser otro.
Imaginación sin límite
Y a lo largo de estos números hemos visto como la imaginación de Jason Aaron desbordaba a cada número y a cada viñeta. No había idea demasiado loca o arriesgada que no se pudiera hacer. Decenas y decenas de versiones de los personajes asaltaban la página y lo hacían con el buen talento de artistas como Aaron Kider, Dexter Vines, Jim Towe y otros, pero por encima de todos un Javier Garrón tocado por la divina mano de George Pérez. Muy posiblemente el dibujante gaditano firme aquí sus mejores páginas en las que se nota, y mucho, que ha disfrutado haciéndolas aunque no cuesta imaginar que en más de una ocasión han supuesto todo un reto.
Bien podría decirse que estamos ante un bestial y enloquecedor blockbuster de alto octanaje, uno que bien puede competir (y superar) lo que fue en su momento Vengadores: Infinity War. Solo que cuenta con una ventaja sustancial por encima de este título, aquí no hay barrera presupuestaria que ponga coto a las opciones de qué se puede hacer o si algo debe quedarse fuera. Tan solo el límite de la imaginación y la imaginación no tiene límites.
Un cierre por todo lo alto
El punto de cierre es Los Vengadores número 53, según la numeración de Panini, en el que todo lo presentado anteriormente llega a su colofón final. Un fin de fiesta envidiable que no ha dejado un solo momento de descanso y que, tras ponerlo todo patas arriba, deja los juguetes bien guardaditos para que el nuevo equipo (Jed MacKay y C.F. Villa) pueda llegar y poner su granito de arena en la larga e inacabable saga que son los cómics Marvel.
Y no hay mejor forma de terminar estas letras que con las palabras del propio guionista quien en un texto al final del cómic dice, entre muchas cosas, “Espero que hayas sonreído aunque sea la mitad que yo”.
