Transformers llegó a la gran pantalla en 1986, en una historia que servía de puente entre la segunda y la tercera temporada de la serie de animación. Veinte años después, la franquicia llegó por primera vez en imagen real de la mano de Michael Bay en una saga que duró 16 años y abarcó 5 películas, un spin-off y una precuela.
Este mes llega una nueva película de animación a cines de la mano del director Josh Cooley y aquí os traemos nuestras impresiones.
Más de lo que ven tus ojos
Transformers One es una precuela de todas las historias contadas hasta el momento, y narra los orígenes de Optimus Prime y Megatron y cómo pasaron de mejores amigos a némesis. Aquí son conocidos como Orion Pax y D-16, dos robots mineros considerados como la clase más baja de Cybertron que ni siquiera posseen la capacidad de transformarse, y ambos tienen ganas de demostrar su valía ante el resto de los Transformers.
Lejos de la pomposidad de las anteriores cintas de imagen real, Transformers One decide pasar un poco más desapercibida en un espectáculo de animación muy entretenido. No es una película que haga explotar cabezas ni la quintaesencia del arte visual, pero su hora y cuarenta minutos de duración pasan bastante rápido, aunque quizás le sobren unos diez minutos, especialmente en las escenas que sirven de entrada para un nuevo acto.
Robots molones
En ese sentido, Hasbro y Paramount han apostado en esta ocasión por acercar la saga a los más jóvenes, quienes encontrarán tanto una puerta de entrada a la franquicia como simplemente una aventura de robots divertida. Se trata de una cinta bastante sencilla, sin muchos edulcorantes, que cumple lo que promete y no destaca en exceso.
Que no os engañen. Aunque la película es una precuela de todas las anteriores, es un film que va por libre. Cuenta su propia historia y abre la puerta a una continuación en forma de serie con el mismo tipo de animación que quizás sirva para revivir la saga que repuntó un poco con el estreno de Bumblebee pero volvió al ostracismo con Transformers: El despertar de las bestias.
Sin pena ni gloria
Una película visualmente fresca y con una trama que, aunque trillada, es entretenida. Pese a agarrarse a muchos clichés y a tener un par de giros muy previsibles, esto no arruina la experiencia. Viniendo de la saga de Michael Bay quizás algunos fans salgan insatisfechos de la sala, pero no perdamos de vista a quién va dirigida la cinta. Si te gusta Transformers, lo pasarás bien.
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He visto a Optimus Prime y a Megatron como aliados en la serie original muchas veces, pero nunca me los imaginé como mejores amigos. Tengo que decir que me gustaron todas las veces que Autobots y Decepticons tuvieron que aliarse contra un enemigo o un problema común que les afectara a ambos por igual, como una vez que Starscream trató de volar la Tierra con todos, incluido Megatron y aprovechar la energía de la destrucción, pero Shockwave le avisó a tiempo y tanto Optimus como Megatron tuvieron que buscar el detonador y después lanzar fuera de la Tierra el objeto inestable o cuando Megatron pretendía perforar hasta el corazón de la Tierra y huir en un puente espacial pero se les fue a la mierda el plan de huida y no tuvieron más remedio que detener la perforación con la ayuda de los Autobots. No se puede confiar en Megatron, pero a la hora de una crisis se da entender por qué la serie se llama Transformers y no Autobots jajajaja claro que en la tercera temporada recuerdo que había un Autobot y un Decepticon que eran amigos ¿? Y se van juntos a un «bar cybertroniano» a tomar energón.
He de reconocer que tengo ganas de ver esta nueva película. Mira que nunca he sido de Transformers en figuras, cómics… pero en las películas de esta saga sí, y mucho.