Un T-800 en Terminator Zero. Créditos: Netflix

Un T-800 en Terminator Zero. Créditos: Netflix

Terminator es una de las grandes sagas del cine y debe mucho a los cómics que han ido expandiendo su mitología.

Terminator es una de las grandes sagas de la ciencia ficción del cine de las últimas décadas. Su primera película se lanzó en 1984, sin tener nada claro que fuera el comienzo de nada, pero la buena acogida hizo que en 1991 se estrenase su secuela y a partir de ahí, como suele decirse, el resto es historia.

Terminator 2: El día del juicio final se convirtió en un grandísimo éxito. Una de las películas más recordadas de los años 90 y todo un hito por su argumento, el giro en la trama sobre la anterior y el uso de los efectos por ordenador en un momento en que todo estaba muy incipiente. La historia ha seguido creciendo y explorándose en otras entregas, y series, pero también ha tenido mucha vida en el cómic y algunos de estos han influido notablemente a la franquicia audiovisual.

Robocop versus Terminator. Créditos: Aleta
Robocop versus Terminator. Créditos: Aleta

Empecemos por Terminator Zero

Empecemos por la última de todas, Terminator Zero. Sobre esta serie de Netflix te hablamos hace tiempo en docpastor.com – Amamos la Cultura Pop, además de su encaje en el en ocasiones complicado de entender canon de Terminator. Entre otras muchas cosas se explica que cada viaje en el tiempo crea una nueva realidad, no es que se cambie el futuro del que provienen los personajes es que igual se crea uno mejor para otra humanidad.

Esto es algo ya predicho, en parte, por Kyle Reese cuando en la primera película de todas dice que viene de “Un posible futuro” pero también es explorado de forma muy directa en Robocop versus Terminator. En este cómic de Frank Miller y Walter Simonson se ve de forma clara cómo los diferentes viajes en el tiempo van alterando la realidad, aunque en este caso sea siempre la misma la que se ve afectada.

Este punto, en cierta forma, también se toca en Terminator: Enemigo interno, parte de la trilogía de miniseries publicada por Norma Editorial en los años 90. Aquí uno de los protagonistas, Dudley quien es medio máquina y también responde al nombre de I825.M, llega a decir como un presagio oscuro que “Quizá hagamos lo que hagamos no podemos cambiar el futuro. Quizá haya una ley de inmutabilidad temporal que nos lo impide”. Su futuro, el de origen que es su pasado, quizá sea el mismo pero eso no impide que uno nuevo esté naciendo a consecuencia de sus actos.

También en Terminator: Salvation

De este personaje bebe, de manera más que directa, Marcos Wright de Terminator: Salvation interpretado por Sam Worthington. Este se presenta como un humano normal y corriente, en apariencia, hasta que se descubre que su interior no es otra cosa que el de una máquina. Una idea que viene desde el añejo Dudley, aunque con la diferencia notable de que uno conocía qué era y el otro lo descubre completamente aterrorizado.

Hay que decir que además el filme dirigido por McG y guionizado por John Brancato y Michael Ferrises, hasta la fecha, es el único que se adentra en la guerra entre Skynet y la humanidad aunque sea algo que se ha visto, o mencionado, en todas las entregas. En cambio en el mundo del cómic es más que habitual y se ha ahondado en estos hechos y circunstancias en multitud de ocasiones.

Terminator Objetivos secundarios. Créditos: Norma
Terminator Objetivos secundarios. Créditos: Norma

Y en Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Terminan estas líneas hablando de Terminator 3: La rebelión de las máquinas donde se presenta a una Terminatrix (o T-X), una versión femenina del hasta ahora siempre masculino Terminator (aunque es cierto que el T-1000 adopta la apariencia de uno y otro sexo sin problema alguno). Una vez más regresamos a la clásica trilogía de miniseries de Norma Editorial donde en el primer número de la primera de ellas ya hace aparición una Terminatrix, igual de fuerte y aterradora que todos los demás.

No solo eso, la misión de la cíborg interpretada por Kristanna Loken no es buscar a Sarah Connor (o John Connor), nada de eso, es ir a por sus lugartenientes y personas de confianza. No busca el objetivo principal, intenta terminar con la vida de los objetivos secundarios. Es decir, ejecuta una misión diferente a la programa y eso sucede en Terminator: Objetivos secundarios donde hay un gran peso argumental de una Terminatrix, aunque en este caso el objetivo secundario sea buscar a Sarah Connor dado que su misión inicial era diferente.

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