Portada de Plastic Man: ¡Nunca más! Créditos: DC/Panini
Plastic Man es uno de esos héroes extraños que hay por el Universo de DC Comics, en ocasiones confundido con el Hombre Elástico pero más por un hecho superficial que nada más. Ambos tienen el poder de estirarse, cierto, pero mientras el primero puede además convertirse en diferentes artilugios y es, por lo que se ha visto, indestructible, el segundo solo se estira y es uno de los mejores detectives del mundo (un igual a Batman e incluso a Sherlock Holmes, de hecho los tres compartieron una aventura en 1987).
En Plastic Man: ¡Nunca más! el guionista Christopher Cantwell junto a los ilustradores Alex Sins y Jacob Edgar, con el color de Marcelo Maiolo crean una historia que se aleja de la comedia que suele ser este personaje para adentrarse en el drama. Una trama oscura, en ocasiones dantesca, que muestra el cómo dentro de cada uno de nosotros hay tanta luz como oscuridad.
Plastic Man, el héroe cómico…
Este personaje nació en el año 1941 en primer número de Police Comics de la mano de Jack Cole, sus historias son conocidas por el punto de exageración y comedia de las mismas con enemigos en ocasiones extraños y bizarros (en el sentido anglosajón del término y no el español). La exageración era la clave, más que un superhéroe al uso parecía un dibujo animado que vivía aventuras dentro de las viñetas, casi como si el asesor hubiera sido el mismísimo Tex Avery.
Esta faceta hilarante nunca se ha perdido, se ha mantenido como la esencia del justiciero al que poco a poco se le ha ido desvelando como un ser tremendamente poderoso. No parece que nada sea capaz de terminar con él, se regenera una y otra vez a niveles que ya querría Lobezno, al punto de que puedes partirlo en trocitos, dejarlo tirado por ahí unos cientos de años y terminará volviendo a unirse como si no hubiera pasado nada (como se pudo ver en la etapa de Grant Morrison a los mandos de la Liga de la Justicia).

… convertido en tragicómico
En Plastic Man: ¡Nunca más! sus autores eligen un cambio de rumbo pero que mantiene la esencia más pura, profundiza en ella y la amplia. Sigue siendo un bienhechor superpoderoso pero que, para su sorpresa, debe enfrentarse a la incertidumbre de la vida y a la certeza de la muerte, ¿qué hará cuando su tiempo se agote? Lo único que sabe, ser un héroe y seguir luchando pero por desgracia a veces las buenas intenciones no bastan y todo lo que se hace se tuerce, se rompe y el mal lo impregna todo.
Esta no es una trama al uso del aventurero y va por unos derroteros distintos, una historia pensada para el lector adulto y gustoso de las obras de componente psicológico con un toque noir. Sin duda una de las mejores narraciones de Plastic Man, que sorprenderá a todo el que la lea, con su oscuridad que no huye de la comedia previa, más se sustenta en ella y hace ver que el humor quizá solo escondía un alma rota y un dolor eterno.
A la sombra de El inmortal Hulk
Tanto en el apartado del guion pero todavía más en el del dibujo no cuesta ver ciertos lazos e inspiración directa con la prestigiosa serie El inmortal Hulk de Marvel Comics (ambas editadas por Panini en España). La representación gráfica de este Plastic Man degradado y en descomposición, con un aspecto terrible que parece sacado de una pesadilla, recuerda y no poco a las elecciones artísticas realizadas en esa etapa del gigante esmeralda.
No es esta la primera vez que DC sigue los pasos de Marvel, algo que lleva haciendo en mayor o menor medida desde el auge de este en los años 60 del siglo XX. No puede negarse que tal circunstancia también sucede a la inversa, tanto en tramas como en personajes. Es imposible que siendo las dos empresas más grandes y relevantes de cómic de superhéroes no haya influencia en un sentido y en el otro.

El guion de Cantwell
Los ilustradores Alex Sins y Jacob Edgar saben hacer un buen trabajo conjunto con un estilo dispar en las páginas pero que ayuda a la comprensión de las mismas, con un trazo clásico y naíf deudor del de Darwyn Cooke para las escenas con la Liga de la Justicia y uno oscuro que parece salido de la Creepy (o alguna de esas viejas revistas de terror) para lo que en sus carnes vive el pobre Plastic Man. Una forma inteligente, y muy adecuada para un medio visual, de enfrentar ambos mundos y situaciones.
Por su parte Christopher Cantwell no se queda atrás y les ofrece un guion al que pueden sacar buen partido. Su interpretación de Plastic Man está destinada a ser una de las citadas y referenciadas en el futuro, al igual que lo fue su estupendo trabajo con el Doctor Muerte en la dupla Bedford Falls y Pottersville (que es un guiño a la siempre recomendable Qué bello es vivir).
Y Plastic Man dijo… ¿nunca más?
Por desgracia aunque esta sea una buena historia, una muy buena historia, que mantiene al lector enganchado tanto por sus letras como por su dibujo, hay un pero y este es justo el cierre de la trama. Sin entrar en detalles específicos, dado que lo interesante siempre es que cada uno se adentre y lea, sí puede decirse que uno de los grandes problemas de los superhéroes de Marvel y DC es que al ser franquicias en sí mismos pocos cambios hay que duren o que afecten largo tiempo (aunque los haya, que tanto Jason Todd como Bucky volvieron de entre los muertos y ahí siguen).
Es parte de ese “La función debe continuar” eterno y en bucle que hace que aunque todo cambie todo deba seguir siempre igual. Cada guionista puede jugar con los juguetes que le dan pero hay que tener siempre cuidado de dejarlo todo guardado en el cajón, siempre tiene que haber una rendija que permita abrir la puerta por si se quiere dar marcha atrás. ¿O se nos ha olvidado a todos que la Bestia se volvió malvada y se solucionó todo con una rápida muerte y un clon en el mejor momento del personaje?
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012




Recuerdo que la primera vez que oí hablar de este curioso superhéroe fue en una serie animada de 1979 de Ruby Spears, solía verla en Canal Sur y doblada al castellano (ese doblaje se ha perdido), apenas tenía algo que ver con el cómic, pero me encantaba y siempre buscaba un juguete suyo que nunca encontré pero que tuve que usar alguno que se le asemejara
Una serie divertida, muy de su época eso sí. Vista hoy sigue teniendo su magia.