Un mundo gris y sucio, una realidad con una constante sensación de derrota que en sus trazos resulta casi palpable.

Supongo que a vosotros también os pasa que en ocasiones hay autores que aparecen y se convierten en una presencia constante en vuestra vida. Llegan un poco por casualidad, lees un libro o un cómic (o ves tal película o serie) y ese desconocido de pronto se convierte en un must en toda regla, es algo que hace muchos (pero muchos) años me sucedió con Terry Pratchett y un amor así suele durar toda la vida. Estoy convencido de que a vosotros también os ha sucedido y podéis darme del tirón una lista de creadores a los que seguís sin dudar.

Para mí es lo que pasó en su momento con Mark Russell, un nombre de sobras conocido por los amantes del cómic y con el que me tropecé por primera vez en su revisión de Los Picapiedra. Una actualización muy necesaria y realmente desternillante que me hizo enamorarme de él, al poco llegó el momento de leerme Huyamos por la izquierda: Las crónicas del León Melquíades y ahí ya me rendí del todo y sin remisión a sus pies.

Sus guiones son siempre emocionantes, llenos de personajes muy reales que sienten y padecen, son una búsqueda constante del alma humana, de aquello que nos hacer ser nosotros mismos. Ya sea con un león rosa que emula (nada disimuladamente) a Truman Capote o a través de un robot que es más humano que muchos humanos. Esto sucede en not all robots que de forma reciente ha publicado Panini Cómics, al menos el primer tomo de una serie más extensa que sin duda alguna va a encontrar rápidamente su público.

Aquí el escritor nos presenta un mundo futuro que si bien es claramente distópico no se aleja demasiado del real, una fina línea separa nuestra existencia de ese porvenir en el que los robots se ocupan de todo y vivimos confinados en cúpulas para evitar los males que existen fuera. Una existencia que casi podría ser idílica pero que está a pocos pasos del Infierno, ¿o alguien piensa que si los robots se encargan de todo no conllevará que lo controlarán también todo? El destino y el día a día de las personas está bajo su mando, y si bien la teoría es que buscan lo mejor para nosotros en la práctica es más complejo de lograr.

La dualidad entre ambas facciones, humanos y robots, es la clave y el motor de esta obra pero no se queda tan solo en la idea de humanos-bien/robots-mal, eso sería lo más fácil y Mark Russell se aleja de ello planteando situaciones, hechos y momentos en los que no es tan sencillo diferenciar a unos de otros. ¿Puede un humano ser casi un robot? ¿Y un robot tener sentimientos y miedos? El guionista no duda en mostrarnos todo un tapiz de diferentes circunstancias en las que las viñetas lanzan una sátira terrible y cruel, pero muy cierta, del mundo en el que vivimos.

El encargado de llevar sus ideas y palabras hasta las viñetas no es otro que Mike Deodato Jr., dibujante con una carrera envidiable que ha puesto sus lápices al servicio de personajes inmortales como Batman, Spiderman o los X-Meny, no puedo no citar a Wonder Woman gracias a la que se dio a conocer (en la etapa que firmó el guionista William Messner-Loebs). Además hay que mentar a Los Vengadores, grupo de Marvel Comics con el que ha estado relacionado profesionalmente en diferentes momentos desde Nuevos Vengadores a Vengadores secretos pasando por Vengadores oscuros.

¿Hace falta decir que en not all robots cumple más que sobradamente? Sus páginas llevan al lector de forma directa y sin freno por ese mundo gris y sucio, una realidad con una constante sensación de derrota que en sus trazos resulta casi palpable. En cierta forma se puede apreciar un homenaje, quizá inconsciente, al ambiente existente en Terminator y no es complicado imaginar una película con toques de serie B (a fin de cuentas la de Cameron lo era, con un presupuesto bastante exiguo) que adapte esta historia.

Es cierto que en general solemos unir a Panini Cómics con Marvel Comics y sus historias de superhéroes, algo lógico ya que suponen el grueso de sus publicaciones, pero en ocasiones el camino se desvía y lanzan en España obras que se alejan de esto. Hay que agradecerlo, ya que debido a esto podemos leer not all robots.

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