Logo oficial de la película Fantastic Four: First Steps
Como ya hablamos en el artículo anterior, desde Marvel nos han dado pistas para conocer las posibles tramas en las que se basará la película de la Primera Familia. Hoy toca entrar en un arco de tres números que supuso una revolución increíble para esta serie. Hablamos de Los Cuatro Fantásticos #48, #49 y #50 (1966), la saga conocida como La Saga de Galactus.
Pasemos a analizar uno a uno cada número, con todo lo bueno que cada uno va a aportar.
Número 48, empieza La Saga de Galactus
La primera sorpresa que nos llevamos es que este número no centra su protagonismo en la amenaza del título, si no que primero se encarga de cerrar la anterior Saga de los Inhumanos. En un solo número se dan cita dos sagas con una influencia masiva en los cómics de Marvel de ahora en adelante, ofreciendo personajes que a día de hoy siguen tan relevantes como entonces.
Es por esto que el presente número tendrá un peso menor en La Saga de Galactus que los otros dos al actuar como introducción. La trama es sencilla: la tierra ve cubierta su cielo por llamas en primer momento y luego por desechos. La humanidad echa la culpa a los Cuatro Fantásticos, pero se trata de una obra de Uatu, el Vigilante, para salvar el planeta de un enemigo terrible, pero sin poder impedir finalmente su llegada a la Tierra.
Se nos presentan un par de ideas muy importantes ya en este número: La primero es que el personaje que tiene más protagonismo desde aquí es alguien nuevo: Estela Plateada, heraldo de Galactus, lo que nos dice lo importante que será en los acontecimientos que vengan, siendo la brújula moral de toda la historia.
La otra idea a destacar es el papel que cobra Uatu para con la humanidad. Además, afianza su relación con Reed Richards, creando una confianza ente ambos que dará pie a miles de historias al respecto.
Número 49, Galactus y Uatu
Un número que actúa como «nudo» de la aventura pero, al mismo tiempo que trae consigo muchos avances importantes, como el dar a conocer al espectador que Galactus conoce a Uatu y que sabe de su trabajo.
En el plano físico, los héroes (salvo Johnny Storm, enviado a una secreta misión) intentan frenar al gigante, ahora que no está su heraldo con él, pero es una tarea imposible en todos los aspectos.
Estela, aparentemente vencido, cae en casa de Alicia Masters, la pareja de Ben Grimm, que reconoce en él a un ser honesto, independientemente del aspecto que tenga, lo que lleva a Estela a confrontar a Galactus para defender este planeta de la condenación.
Número 50, el desenlace de La Saga de Galactus
El desenlace de la saga y donde menos participación tienen los protagonistas del cómic, aunque la que tienen sea determinante para el futuro…
La trama se desarrolla de la siguiente manera: los héroes ven como Estela enfrenta a Galactus, para defender a la humanidad, la que a sus ojos es una raza que debe salvarse a pesar de parecerle inferior. Uatu excusa a Galactus por su comportamiento, ya que hace lo que hace porque es así desde su creación. Es su rol dentro del universo. Johnny Storm llega de su misión portando el Nulificador Supremo, el arma definitia. Uatu enseña a Richards cómo usarlo contra Galactus, que pide el arma a cambio de marcharse augurando lo mejor y peor de los humanos.
¿Qué podemos rescatar de este número? La estrecha colaboración que mantienen Reed y Uatu, al confiar este el arma definitiva al primero. Si bien es cierto, que esta relación parece ser bastante parcial, ya que es seguro que la acción es tomada por el hecho de que El Vigilante sólo puede hacer lo que su cargo implica: vigilar.
Se confía el arma a Reed por el potencial de evolución que tiene la humanidad, al igual que lo hicieron las razas de Galactus y Uatu. También puede ser parcial, ya que al ser Uatu el que pone solución al problema, acerca a Reed hacia sus postulados, lo que guiará dicha evolución hacia su lado. (Para ver un punto de vista diferente, recomiendo leer la saga distópica de Jim Krueger: Universo X, que incluye Tierra X, Universo X, Paraíso X, y una precuela reciente llamada Marvels X, donde podemos conocer los «verdaderos» motivos de Uatu y Galactus sobre el destino de la Tierra).
Y lo más importante: en este número 50 se pone de manifiesto el poder de la Tierra dentro de la galaxia Marvel, poniendo al planeta una diana al ser el único planeta habitado que ha vencido la amenaza de Galactus, lo que le convierte en una presa suculenta.
Como podéis ver, en menos de 100 hojas, Jack Kirby y Stan Lee con La Saga de Galactus ponen patas arriba el futuro de la colección, permitiendo que con este suceso sea posible cualquier cosa que se les ocurra a continuación. Una propuesta muy atrevida y genial que, a día de hoy, es una lectura obligada para cualquier seguidor de cómics.
Lo que vendrá a continuación presentará un marco mucho más amplio, pero no dejará de lado los problemas del día a día que tiene esta familia: la concentración de Reed para resolver problemas y ser ajeno a todo, la sensación de impotencia de Susan al no tener la atención de su marido, el avance en la madurez de Johnny y la continua sensación de soledad de Ben.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693
Tengo esta saga en esa edición de Forum en blanco y negro de Biblioteca Marvel y una edición facsímil que Panini sacó hace años. No es precisamente mi saga favorita, pero hay que admitir que es gloriosa.
La llegada de Galactus marca un antes y un después en Marvel Comics.