Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios

Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios

Nuestra opinión sobre la nueva película del director Robert Eggers.

Para empezar, tengo que reconocer que el terror nunca ha sido mi género preferido. He disfrutado de muchas películas con el miedo como protagonista, pero no es lo que yo elegiría como primera opción. ¿Por qué digo esto? Porque no se a ciencia cierta que decir sobre la película a comentar. Quizá sea ese parte de su encanto, o tal vez no… Hablamos de Nosferatu, la nueva película de Robert Eggers.

Normalmente, redacto la crítica nada más salir de la sala, cosa que no ha sido así esta vez. He dejado reposar la cinta para ver que sensaciones me producía la que, según se comenta una y otra vez, es ya una obra maestra del terror. Pues me temo que soy uno de esos aguafiestas que va a rebajar las expectativas.

Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios
Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios

Traje elegante, percha conocida

No es ninguna sorpresa el hecho de que la película sea una nueva versión del clásico de 1922. Ambas obras también basadas en la famosísima novela Drácula, de Bram Stoker.

Cómo es de suponer, hay notables diferencias entre ambas versiones. La más destacable de ellas, además del uso del diálogo, es la duración: esta nueva versión abarca 132 minutos, sumando algo más de media hora respecto a la original. Ese tiempo extra, con ayuda del uso de la palabra, permite un mejor desarrollo de los personajes para no dejarlos meramente como entes planos ante todos los sucesos a los que se enfrentarán.

No se puede negar algo que Eggers consigue a la perfección y es la creación de atmósferas. Esta película te tiene atrapado continuamente en cada plano, travelling, ángulo de cámara, movimiento o insinuación. No puedo decir nada malo de la ambientación porque es, sin duda, uno de sus mayores aciertos.

Se nota sin dificultad como se ha bebido del expresionismo alemán y de la obra original para insuflarle nueva fuerza gracias a los conocimientos y medios que tenemos hoy en día. Es para quitarse el sombrero y, además, felicitar al director de fotografía (Jarin Blaschke, habitual de Eggers) por el increíble trabajo que hace aquí.

Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios
Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios

A este buen trabajo de ambientación gótico, que resulta una maravilla, se suma un reparto cuidado que se presta a engrandecer la historia por todos los medios posibles, ofreciendo una entrega sin medida. Se podrían destacar prácticamente todos los nombres, pero si hay que resaltar a alguien por encima es a la pareja protagonista: Bill Skarsgård y Lily-Rose Depp.

Ambos crean unos personajes que no serán fáciles de olvidar en mucho tiempo. Es cierto que ya estamos acostumbrados al buen trabajo de Skarsgård (me niego a hacer comentarios sobre el «Orlok bigotudo» porque al estar en sombras perpetuamente casi ni se aprecia) y que ha demostrado anteriormente en otras películas (a pesar de no ser muy fan de su trabajo a título personal), es la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis quien se lleva toda la atención y de manera más que merecida.

Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios
Imagen de Nosferatu. Créditos: Universal Studios

Su trabajo a la hora de añadir matices a su personaje es impresionante, sobre todo a la hora de presentar las dolencias de su “enfermedad”. Sin duda, esta actriz es el mayor de los aciertos en esta cinta y su activo más importante. Alguien a quien seguir en futuros proyectos (aunque me da bastante pereza ver The Idol, la verdad…)

¿Cuál es entonces la contra? La historia. Así de triste, sí. Es una historia tan conocida y tan contada que no presenta ninguna sorpresa para cualquier conocedor medio del vampirismo o del cine. Es verdad que el director vuelve a apostar por una mayor presencia de la tradición y el folclore, como ya ha hecho en trabajos anteriores, pero es un añadido que queda en nada ante un relato que lleva siglos contándose.

No quiero extenderme demasiado antes de acabar. Puedo reconocer que he disfrutado la película, sí. A pesar de las taras que pueda achacarle es una cinta con una calidad superior a gran parte de lo estrenado este año. Si es cierto que espero que Eggers vuelva pronto a su creación propia para dar rienda suelta a todo el potencial que tiene. ¿Es una buena película de terror? Toda la verdad. Y muy disfrutable, además. ¿Es una obra maestra? Creo que es demasiado pronto para afirmar algo así.

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