A lo largo de los años y del tiempo a base de eventos, firmas y viajes uno conoce mucha gente que ama la lectura pero también a muchos que reconocen no tener tiempo de leer nada que no sea novedad. Leen y leen mucho pero todo novedad, todo es para seguir al día, para saber qué pasa con sus héroes predilectos y siempre añorando volver a esos otros títulos que les gustan pero que, por cuestión de tiempo, hace años que no regresan a ellos.
Quiero romper una lanza a favor de la relectura. Sí, es importante leer obras nuevas, estar al día y, siempre, descubrir nuevos autores y títulos. Da igual si hablamos de novelas, de cómics, o de cine y series donde esto es totalmente aplicable. Pero la gran cantidad de títulos que se lanzan, de ideas, de propuestas hace que esto sea totalmente inabarcable.
¿Hace falta estar al día de todo?
Expresado de otra forma: Estar al día es imposible. Nadie puede verse todos los estrenos de cine, meterse en todas las series, consumir todos los cómics o leer todos los libros. La cantidad de los mismos que se lanzan es demasiado extensa y, por otro lado, nadie está obligado a hacerlo. Sí, en ocasiones parece que hay que hacerlo y está ese FOMO más que evidente y palpable, pero piensa esto, ¿de verdad pasa algo si no estás al día de todo?
No, no pasa nada. Puedes probarlo. Espera un par de meses para ver esa serie de la que tantas personas hablan (aunque es muy probable que pasados un par de meses nadie hable de ella. Se consume rápido, se olvida rápido, se cambia rápido) o prueba a desconectar de ese personaje que te gusta un tiempo a ver. No pasará nada. Podrás leer sus historias más tarde y nadie va a dejar de hablarte por ello.
Igual no lo recuerdas bien
De esta forma quizá saques ese tiempo necesario y añorado para volver a leer eso que quieres, esos viejos títulos que están ahí esperando. Y una relectura es algo maravillo por muchos motivos. El primero es que la memoria puede ser muy esquiva y aunque conozcas un material es muy probable que no recuerdes todos los detalles, los giros y las sorpresas. A mí me pasa, incluso me pasa en los libros que yo mismo he escrito.
Pero otro gran motivo es que al conocer la obra y haberla leído ya uno sabe qué puede encontrarse, así que el disfrute es mayor y permite fijarse en otros puntos. En esos pormenores que en una primera lectura, o visionado, se pasan por alto, en esos momentos que están ahí, ese doble sentido por aquí, ese homenaje por allá… Una novela, cualquier obra de narrativa, es mucho más que la trama, que sus giros, que sus revelaciones, es también sus personajes, sus ambientes, sus ideas, lo es todo.
Vuelve a maravillarte
Lee, consume, ve, disfruta pero no te olvides de tus viejos amigos, de esos libros, de esas series, de esos cómics, de esas películas que llevan años contigo. Haz una relectura, un revisionado, vuelve a ellas, déjate sorprender, haz que tu mente viaje, y redescubre el porqué te encantaron cuando te metiste en ellos por primera vez.
Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!