En marzo de este 2024 se cumplió una década desde que mi nombre real pasó a ser mi nombre legal, desde que mi identidad se completó, desde que puedo firmar con mi nombre, desde que… Un viaje muy largo que se inició con 12 años cuando dejé de usar el de nacimiento, algo que en un artículo anterior he narrado y también en vídeos, así que no volveré a ello y es que además estas letras van de otra cosa, van de la importancia de celebrar y de la gente que te quiere.
La celebración de este hecho fue el ya pasado sábado 4 de mayo, una fecha elegida para poder encajarla entre medias de los diversos viajes de firmas por mi novela En tierra de demonios. Por mi parte solo sabía que se hacía, no quién venía, no quién no podría venir, esa era la maravillosa sorpresa. Desde que me desperté solo hubo emociones, amor y momentos buenos. Amigos que no vinieron que mandaron regalos, otros que estuvieron allí que llegaron desde otras ciudades, algunos que por desgracia a última hora no pudieron y es que la vida está llena de imprevistos, varios más que mandaron un vídeo para ser parte de todo esto aunque fuera en la distancia.
Hay que celebrar lo bueno
Y es que, que nadie te diga la contrario, es muy importante celebrar las cosas, celebrar todo lo bueno que tienes, lo que te hace feliz, lo que te hace sonreír, lo que te hace estar bien contigo y con el mundo. En mi caso fue completar mi identidad, ser yo y poder hacerlo con todas estas personas que forman parte de mi familia, con su amor, sus abrazos y su cariño fue algo maravilloso. No hay mejor forma de celebrar algo que así, con la gente que está ahí, con la gente que te ama, con la gente que es parte de tu vida. La vida es eso. Sí, con sus bajadas y sus momentos malos pero con las subidas y los buenos por encima de todos.
Así que no lo dudes, celebra, celebra, celebra, celebra todo, festeja con los que quieran ser parte de la alegría y de la felicidad. Ríe, abraza, come, bebe, charla, recuerda… Hay muchas formas, hay muchas maneras, todas igual de fantásticas y estupendas, todos recomendables, todas increíbles. Pero celebra, siempre celebra, hay muchas cosas que celebrar, muchas cosas por las que estar agradecido. Y llora, todo lo que necesites. Llorar de pena es algo necesario pero llorar de alegría es algo magnífico, es ese instante en que estás tan lleno que desbordas. No te las guardes, no te las guardes nunca, hay lágrimas que merecen la pena ser derramadas.
Celebra y busca tu felicidad
Hay que decir las cosas malas, no hay que guardárselas dentro. Solo te consumen y te hunden. He tardado años, toda una vida, en decir públicamente que vengo de una familia disfuncional, con una madre tóxica y un padre pasivo, con hechos que te marcan para siempre y te carcomen mientras en tu cabeza aparecen esas palabras taladradas desde pequeño de que los trapos sucios se lavan en casa y que nadie puede saber nada. No es así, lo malo debe ser contado, el maltrato ha de ser expuesto, y las duras vivencias deben ser públicas, es la única forma de sanar y de crecer.
Pero lo bueno debe ser gritado, debe ser colocado en carteles de neón, debe ser celebrado todo y más, debe aplaudirse cada día. He tardado años, toda una vida, en celebrar la persona que soy y no me arrepiento y menos me arrepiento de haber tenido la oportunidad de hacerlo con aquellos que me quieren y a los que quiero. Algunos mandaron regalos, otros vídeos, otros estuvieron, otros no pudieron, pero todos estaban ahí, noté el calor y el amor de cada uno de ellos a cada instante. Y eso es lo bueno de celebrar.
Celebra, celebra, celebra. Celebra y busca tu felicidad. La mereces. Siempre y en todo momento.
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Me encanta la foto de Dende vigilando la lasaña !!!
¡Claro! No quería que nadie le quitara su parte.
Un texto precioso que suscribo
Siempre he pensado, y pensaré, que la vida es un lugar fantástico y por eso hay que celebrarla, cada uno a su manera, pero celebrar siempre.
Muchísimas felicidades porque HOY día 13 en el que escribo esto es tu cumpleaños: MUCHAS FELICIDADES.
Por cierto, me he acordado mucho de ti viendo el segundo episodio de la nueva temporada de Doctor Who, el que transcurre en 1963, porque es toda una carta de amor a dicha década. Y la antagonista tiene un parecido razonable muy claro, pero no te lo diré por si aún no lo has visto.
Muchas gracias, aunque he de reconocer que para mí lo importante ha sido cumplir este 2024 una década desde que mi nombre real es el legal. Y la celebración fue algo maravilloso.