Fotograma de Katak, la pequeña ballena blanca

Fotograma de Katak, la pequeña ballena blanca

Una oda a la naturaleza y al valor de la amistad.

Divertida, entrañable, naíf, ingeniosa, aventurera, preciosa, emotiva… Todos estos adjetivos sirven para describir a la perfección el filme Katak, la pequeña ballena blanca. Una película de animación que llega desde Canadá presenta las aventuras de una beluga inquieta y aventurera, un joven macho que está llegando a la edad adulta pero que todavía debe encontrar su sitio y entender quién es, algo que nunca es sencillo y que siempre cuesta su esfuerzo.

A lo largo del filme el protagonista emprenderá un largo viaje en el que trabará nuevas amistades y descubrirá que no es el único que debe cargar con etiquetas que le han sido impuestas por otros. Todo un festín sobre el autodescubrimiento y la importancia de la identificación personal, de ser nosotros mismos y no dejarnos influir por las ideas y pensamientos de otros sobre quiénes debemos ser, sean estos conocidos, compañeros o familiares. Katak tiene derecho a ser él mismo y nadie se lo podrá impedir.

Perdidos en la traducción

Extrañamente llama la atención el título elegido en nuestro idioma. En original es Katak, le brave béluga, es decir Katak, la beluga valiente, pero tales términos no aparecen aquí. Algo que no tendría mayor relevancia dado que es cierto que las belugas también son conocidas como ballenas blancas pero el protagonista de la historia no ha perdido su gris de la infancia, todavía no es blanca y eso es parte de lo que le define y mueve toda la trama.

Por supuesto nunca es sencillo pasar un título de un idioma a otro, igual que no lo es traducir ningún producto. Muchas veces hay que hacer concesiones dado que en ocasiones para que algo signifique lo mismo hay que cambiarlo por completo (como en el caso de los refranes, frases hechas y juegos de palabras), no así en este caso en el que era fácilmente traducible. Cierto, quizá el término beluga sea menos conocido que el de ballena blanca, pero ese es uno de los pilares del filme, el presentar a estas criaturas y a otras como los narvales en vez de elegir algo más común como un pez de colores.

Una visual que es pura poesía

Esta propuesta, en teoría dirigida a pequeños pero totalmente disfrutable por adultos, no es solo recomendable por qué cuenta y cómo lo cuenta, también lo es por su fantástica visual con algunos de los momentos y escenas más preciosos del cine de animación en tiempo. Es cierto, aquí no se cuenta con el presupuesto que puede tener un título de Pixar Animation Studios pero es que tampoco parece necesario, evita ser barroca para encubrir sus problemas argumentales (justo lo opuesto a lo que sucede en Elemental) y todo lo que aparece en pantalla sirve a la trama, a la emoción y al sentimiento que trata de transmitir.

Katak, la pequeña ballena blanca, es una oda a la naturaleza, al valor de la amistad, a la importancia del autodescubrimiento y lo relevante de ser nosotros mismos. Tiene momentos divertidos y otros que harán que el público derrame lágrimas, tiene instantes en que se deseará poder entrar dentro de la pantalla y otros en que casi parece que se esté presenciando un sueño maravilloso. Sencillamente, es una preciosa aventura que te derretirá el corazón.

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