Nuestra opinión sobre la nueva película del famoso director Robert Zemeckis.
Siempre que salgo del pase, tengo la inercia de coger mis cascos y hasta el tren escuchando música, pero esta vez no ha sido así. El camino a casa he preferido hacerlo envuelto en la confortable sensación que me ha dejado la película. Here me ha tocado la patata y os voy a contar por qué.
Como dice el título, hay muchas maneras de contar una vida, sí. Esta película (y el libro de Richard McGuire en el que se basa) decide hacerlo desde un lugar original: el rincón de un hogar.
No todas las casas son hogares
La palabra «hogar» no está elegida al azar. No es lo mismo una casa que un hogar, ¿verdad? Bajo mi humilde opinión, el matiz reside en que la casa es la construcción mientras que el hogar está erigido por quien habita el lugar.
De nuevo, las palabras son las adecuadas. Un hogar no tiene que ser una casa al uso, si no un lugar donde sientas que perteneces.
En esta página estamos muy concienciados con los distintos tipos de familia que pueden existir, más allá de la familia nuclear típica que se nos inculca desde pequeños. (Aprovecho para recomendar la sección Mitos 2.o, desmontando la vida dentro del programa Hoy por hoy, donde se comenta la idea de los varios tipos de familia que puedan existir).
Here es una película sobre familias, es evidente, pero con un millar de miradas diferentes al respecto. Está ahí de manera muy sucinta, pero está, creedme.
Esto me lleva a hablar del reparto y del que me parece uno de los errores de la cinta: se nos presenta a Tom Hanks y Robin Wright como protagonistas absolutos del relato, pero es algo en lo que no estoy de acuerdo en absoluto.
La vida de este hogar está protagonizada por muchísimas personas, incluso antes desde su propia existencia como edificio. (No es un spoiler, es algo que se puede ver en el tráiler que tenéis más abajo).
Tom y Robin son los nombres más conocidos en el reparto, sí, pero no por ello los protagonistas absolutos del relato. Entiendo que hay que vender la película con fuerza, pero esto es un poco timo. (Y un poco más abajo, incidiré en la idea de «venta» del film).
Robert Zemeckis es muy inteligente y sabe que si algo es bueno, no hay que tocarlo. El libro de Richard McGuire presenta una idea interesante a modo de jugar con viñetas para dejarnos ver varias ventanas temporales a la vez, cosa que mantiene en la cinta y es un éxito sin duda.
La película es absolutamente inmersiva y cuando ya has entrado en el relato, tu mirada está en esa habitación y completa todo lo que no está a la vista.
Si tengo que poner otro «pero«, sería que esta película pide a gritos una versión cinematográfica en 3D. Es increíble la de veces que durante la historia he pensado que funcionaría mejor si la profundidad de campo se fundiera con mi mirada y sentirme completamente dentro de esa casa. La experiencia hubiera sido de auténtica locura y pienso que le haría ganar enteros. Quién sabe si Zemeckis no se guarda una versión futura así…
Una tendencia errónea a todas luces
Ahora vamos a la crítica absoluta del film: las fechas. De un tiempo a esta parte hay mucha crítica en cuanto a las fechas de estrenos de películas y las ventanas de exposición que tienen en cines antes de pasar a las plataformas. A esto hay que sumar que algunas películas llegan a las salas de otros países un mes después como poco.
En el caso de esta cinta, se estrenó en USA el 1 de Noviembre: hace exactamente 27 días. Tengo que irme muy atrás en el tiempo para recordar cuando ocurría esto con los estrenos en cartelera, y llego casi hasta hace 20 años.
Esto no sería tan grave si no supiese de buena tinta que la película está disponible desde hoy en redes de descarga ilegales. Le quitan a uno las ganas de acercarse a nada.
Como estrategia de venta y atención para el pública, es fallida a todas luces a mi parecer… Creo que es otro clavo más en el ataúd para hacer desaparecer la experiencia cinematográfica en aras de unas ganancias fáciles y rápidas.
Más allá de la tremenda estupidez de esta decisión, la película es un lugar agradable donde permanecer y disfrutar desconectado del mundo por un rato. Gracias además a las partituras de Alan Silvestri, la sensación de bienestar es amplísima, algo que va como un guante a una película «buenrollista» como esta.
Si me llegan a decir que 30 años después de Forrest Gump, disfrutaría de una reunión a este nivel, me habría parecido una locura, pero agradecería haberme equivocado.
Id a disfrutad de Here en cines mientras podáis y os aseguro que os va a acompañar muchas veces más. Y si os gusta, podéis hacer de ella un hogar también. Ya sabéis que podéis hacerlo donde más os apetezca…
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693