Un babuino beduino en Frost, perrito de aventuras. Ilustración de Doc Pastor

Un babuino beduino en Frost, perrito de aventuras. Ilustración de Doc Pastor

Sigue la historia de Frost, perrito de aventuras.

Su bebida predilecta parecía ser el té algo que no solo les gustaba también ayudaba a equilibrar el calor por las altas temperaturas, también le explicaron más sobre qué comían (algo sabía por propia experiencia y la buena cuenta que había dado de ello) y la forma de prepararlo todo incluyendo un tipo de pan llamado khobz, entre otras tantas cosas que resultaban totalmente nuevas para él. Había muchos derivados de la leche, algo que le hizo relamerse dado que el queso y el yogur lo gustaban un montón, aunque el yogur muchas veces le dejaba el hociquito manchado.

Lo más interesante de todo era cómo se podía sobrevivir en el desierto si uno se perdía, algo que por suerte no solía suceder entre su poblado pero todos ellos conocían las claves para salir adelante hasta que pudieran reencontrarse y abrazarse aliviados. La primera, que sabía y era la más básica, era evitar en la medida de los posible las altas temperaturas del día pero también tener en cuenta las bajas de por la noche, un buen beduino debe saber cómo afrontar ambas y tener los ropajes adecuados para ello.

Si pasaban hambre podían comer un cactus aunque no todos, los había que no eran aptos para alimentarse. De igual forma era muy importante localizar agua pero debía tenerse cuidado al tomarla puesto que podía estar estancada y causar una infección, por suerte si llevabas algún tipo de objeto podías calentarla con el propio sol. Lo mismo si encontrabas huevos o llevabas algún tipo de carne cruda encima, con solo poner ambas cosas en una roca basta a la hora de cocinarlos dado que por los grados funciona como una sarten de la naturaleza. El aventurero estaba encantado, le encantaba aprender cosas nuevas y aquí tenía un montón de ellas.

Más allá de eso le contaron algo que le sorprendió, el viejo lema del clan y por el que guiaban su vida que venía a decir “Nunca cierres del todo una puerta, deja una pequeña rendija para ver al enemigo venir”. Algo que por un lado demostraba el amor que unos sentían por otros pero también una enorme preparación ante lo que está por llegar. Frost, perrito de aventuras, la anotó mentalmente y deseó no olvidarlo. – Ojalá hubiera cogido papel y lápiz ante de dejar a Duque– susurró para el perrito de aventuras sí mismo mientras seguía caminando.

Lector, ahora es el momento de un pequeño viaje en el tiempo. Dentro de nada los babuinos que son beduinos acamparán y su matriarca, Sabala, empezará a narrar su historia. Así que pasa unas pocas páginas hacia atrás, hasta el capítulo primero (titulado Todo era un vergel) que sucede justo en este momento.

Fin del capítulo 5º. Un día de calor. Esta historia continuará…

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