He de reconocer que desconocía por completo la obra La boda del baño y que de hecho fui a la función pensando que se titulaba La obra del año, sin b. En parte el argumento me recordaba a La bella Dorotea y pensé “Qué casualidad que las dos últimas obras tengan un corte similar”. Y estaba completamente equivocado, pero de calle y por todas partes.
La boda del baño presenta a una mujer que justo antes de su boda es abandonada por su novio, o más bien justo antes del banquete. Y ella debe enfrentarse a esto, a los invitados, al caos y en fin, a todo lo que es una boda. Esto me hizo pensar en la obra antes mentada y en que quizá era una actualización de la misma, pero nada más lejos de esto. Si la propuesta de Miguel Mihura es delicada y en ocasiones sutil nada de eso esta aquí, La boda del baño es alocada, divertida desde el primer minutos, te coge de lleno y no te da un minuto para respirar.
Una trama enloquecedora
La protagonista se refugia en el baño, de ahí el título, mientras las invitadas van y vienen, los problemas surgen y ella no logra contactar con su novio (en teoría ya su marido). Para enredar más la madeja resulta que él es político y ha invitado a gente de su partido, de la oposición, a sin techos y a un buen número de personas con los que la casadera no parece tener nada en común.
Según va avanzando la trama queda en evidencia el buen saber hacer de Teatro a la fresca puesto que con una compañía de tan solo seis actrices logran sacar adelante una obra que cuenta con bastantes personajes más. Y claro, eso teniendo en cuenta que la novia siempre está en escena puesto que es el hilo conductor de todo, todo pasa a través de ella y es ella la que debe lidiar con unas situaciones cada vez más enloquecidas.
Una tribu de personajes alocados
Prácticamente rozamos el teatro del absurdo y no es así por un simple hecho: al final todo tiene una explicación. Todas esas extrañas invitadas, todos esos secretos que se descubren sobre el novio (desde que tiene una hija a que oculta sacas de dinero en casa), una explicación que no desvelaré aquí deseando que más pronto que tarde podáis ver esta representación. En ciertos momento del show pensé “Je, estas parecen personajes de Mortadelo y Filemón” y así era, pero en el mejor sentido del término (el fallecimiento de Francisco Ibáñez todavía está cerca).
Estoy convencido de que apreciaréis y os divertiréis con los diferentes personaje y la actuación que de los mismos brindan desde Teatro a la fresca. Es más, volviendo al tema de su acertada actuación hay que alabrar la labor milimétrica y de encaje de bolillos puesto que en todo momento la obra no deja caer el ritmo, van y vienen, entran y salen, apenas sin tiempo para nada y logran que veas en todo momento a mujeres completamente distintas. Una peluca por aquí, un vestido por allá, unas gafas de pasta como toque… y su intensa y divertida actuación.
En una festival es igual de importante empezar bien como terminar bien. La primera obra fue Y no quedó ninguno de Trifulca Teatro y fue un acierto, igual que lo ha sido terminar con La boda del baño de Teatro a la fresca.
Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012