El teatro está vivo, es un hecho, y puede estarlo cuando el telón se levanta o antes. En el caso de Teatro a la Fresca esta ha sido su elección y es que el público asistente a su representación de Escuela Desastre dentro del Festival Mutea que organiza el Teatro Arbolé de Zaragoza pudo meterse de lleno en su obra antes incluso de llegar a la sala.
Nada más coger la entrada uno podía llevarse el libreto de la función en el que las seis actrices aparecen mirando desde detrás del telón como si fueran sus personajes, juego que sigue por la parte de detrás con la espalda de tosas ellas y que se completa cuando al entrar en la sala están ya encima del escenario.
Lo están tanto que en ningún momento las actrices hacen acto de presencia, todas ellas son el personaje a cada segundo. Así sobre el escenario lo que se verá es al grupo de alumnas, en la ficción, que acuden a una academia teatral. Ensayan, estiran, se hace fotos… todo pensado para que el espectador se adentre desde el primer momento en la obra, el drama o, más bien, la comedia.
Destreza y energía
En todo momento ellas cumplen y dan una actuación completa y total, con las lógicas diferencias de nivel entre una y otra pero sin que estas sean notables o relevantes. Y la química, eso tan sencillo y complicado a la vez, aquí a su favor juega que son viejas conocidas (el año pasado también estuvieron en el Festival Mutea con La boda del (b)año, con lo que se tienen muy bien cogido el punto unas a otras.
Momentos musicales
Cabe destacar los dos momentos musicales de la función, dos escenas que son un homenaje a dos auténticos clásicos. Uno de ellos es la puesta en escena, con gesticulación y gran comedia, de la canción Buen menú de Los Xey. Esta tonadilla es muy popular y de hecho en 1944 el grupo musical la interpretó en la gran pantalla en la película Yo no me caso dirigida por Juan de Orduña, y muchos años después lo hizo de nuevo en 1999 en Austin Powers: La espía que me achuchó cuando en su versión al castellano se homenajeó a través del personaje de Gordo Cabrón.
El otro momento musical es una divertida, muy trabajada y bastante espectacular (recordemos que hablamos de un festival de teatro amateur, pero hay grupos que ponen el listón muy alto) de Money, Money, una de las canciones más conocidas de Cabaret. Aquí las seis actrices bailan, cantan y ríen al ritmo de la composición de Fred Ebb y John Kander llevando la divertida coreografía interpretada por Liza Minnelli y Joel Grey un paso más allá.
Una lección de teatro en Escuela Desastre
Toda la representación se basa a su vez en Pervertimiento y otros gestos para nada de José Sanchis Sinisterra, una obra de teatro que versa sobre el teatro en sí mismo. Sobre el espacio, los tópicos, los actores, la puesta en escena, las máscaras y los espejos. Es, así de sencillo, una lección de teatro para propios y ajenos todo a través de varias escenas en las que el autor, y en este caso las actrices junto con su directora, se adentran con sorna y humor en el mundo de las tablas a través de un divertido juego con mucho de metalenguaje.
El año pasado las componentes de Teatro a la fresca con tan solo seis intérpretes lograron sacar adelante una representación que requería más del doble de miembros, en esta ocasión el reto no era tan extremo, algo que sin duda habrán agradecido, pero en Escuela Desastre una vez más han demostrado sus buenas capacidades interpretativas y una estupenda versatilidad. Y, muy importante a la hora de hacer comedia, saber no tomarse demasiado en serio a sí mismas y tampoco al texto.
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