Darkhold: El libro de los condenados podría haber sido mucho más, pero al menos es divertido de leer.

Sin duda alguna el estreno en salas de Doctor Strange en el multiverso de la locura (de la que ya os hablé aquí y en el canal) hará que muchos espectadores se interesen por saber más sobre el Darkhold, un libro imprescindible en el canon mágico del universo de los cómics Marvel. Un peligroso volumen que corrompe todo y a todos, un elemento que se convierte en un pilar fundamental en la nueva aventura del Doctor Extraño.

Con todo esto bien claro Marvel ha sabido prevenir y para aprovecharlo lanzó en entre noviembre de 2021 y marzo de 2022 una miniserie que se adentraba dentro de este libro protagonizada por la Bruja Escarlata y con una fuerte presencia del Doctor Muerte, algo lógico cuando hablamos de magia en el universo Marvel.

Lo que no es tan lógico es el resto de compañeros de viaje, que si bien son representantes bien conocidos de las viñetas su relación con el mundo de la magia y lo sobrenatural es bastante lejana, salvo en el caso de Blade por su relación con los vampiros. El resto del equipo está conformado por Iron Man, La Avispa, Spiderman, Rayo negro y el recién mentado Blade, nombres que todos los lectores habituales de Marvel Comics conocerán pero que pegan más bien poco con la historia (aunque no por ello la trama que envuelve a Iron Man deje de ser recomendable, la que más de todo el tomo).

Hay que decir que Marvel podría haber hecho mucho más, quizá una obra que se adentrará realmente en el Darkhold, en qué es y sus posibilidades, en su historia pasada y quizá en la futura. Algo que se toca, claro está, pero de forma bastante superficial y tan solo para servir de soporte a una historia que es divertida y entretenida, pero que deja un sabor agridulce al terminar de leer por esa sensación de que habría podido ser más.

De igual forma el dibujo cumple de forma irregular ya que cada capítulo sale de las manos de un ilustrador y no siempre resulta ser el más adecuado, menos todavía para una obra coral que debe dar la sensación de un todo completo. No digo que no hagan bien su trabajo, nada más lejos, pero sí que este volumen habría funcionado mejor de tener un único estilo visual o al menos que estos distintos trazos encajaran mejor unos con otros.

Con todo hay que elogiar los lápices de Cian Tormey, dibujante que abre y cierra la aventura (junto al guionista Steve Orlando), que logra dar una de las mejores versiones que se han visto del Doctor Muerte (pudiendo competir con el de Salvador Larroca). Sus viñetas y su puesta en escena es genial, siendo toda una delicia deslizarse por su narrativa y su visión.

Darkhold: El libro de los condenados podría haber sido mucho más, pero al menos es divertido de leer.

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