Portada de Claude Gueux de Norma Editorial
Norma Editorial tiene un catálogo muy ecléctico con obras de todo tipo. Bien te publica el nuevo álbum de los Pitufos como de Thorgal que se adentra en cómics más densos que adaptan títulos de autores clásicos como sucede en Claude Gueux que firman Séverine Lambour y Benoît Springer en base a las letras de Victor Hugo, imprescindible literato al que debemos Cromwell, El rey se divierte, Nuestra Señora de París y, muy posiblemente su trabajo más conocido, Los miserables.
La figura de Claude Gueux es la de un hombre llevado al límite por circunstancias que escapan a su control, él tan solo anhela la paz en la vida y la tranquilidad en su alma. Que eso sea posible es otro tema. Es justo, es calmado, es inteligente y no tolera las dictatoriales formas de los que están en el poder, aunque eso pueda llevarle hasta la muerte pero también salvar su ser. No es un camino fácil el suyo, todo lo contrario, es como dice el antiguo refrán “El infierno está empedrado de buenas intenciones” (aunque en su caso sí las lleve a cabo hasta la última de sus consecuencias).
Unas viñetas claustrofóbicas
No puedo decir si el trabajo de Séverine Lambour y Benoît Springer es adecuado o no a las letras de Victor Hugo, al menos no en su adaptación de este título concreto dado que no tengo esta lectura en mi haber, pero sí que logra crear a un hombre que intenta ser justo ante todos los que no lo son, es el reflejo de su época, de los dolores de su momento y un claro grito en contra de unas penas injustas por delitos en ocasiones menores. Más todavía contra la pena de muerte con todo lo que ella conlleva, siempre en el contexto de su tiempo y las circunstancias descritas en las páginas.
Con su habilidad técnica y artística los autores llevan al lector hasta los entresijos de una antigua prisión convirtiendo al que está leyendo en un recluso más. El dolor de los hombres se convierte en el propio, las penas sufridas pasan a ser suyas y los escasos momentos de alegría son un regocijo para un mundo en el que el gris lo domina todo. Hombres grises, celdas grises, trajes grises, destinos grises. Claude Gueux no es una obra suave, dejará inquieto y reflexionando a todo el que se acerque a ella, y ante todo hay una pregunta qué perdurará en la mente: ¿Qué es la justicia?
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