Cartel de la película Una herencia de muerte, con Toni Collette, Anna Faris, David Duchovny, Rosemarie Dewitt, Ron Livingston y Kathleen Turner
Una historia que tiene algunos momentos que te hacen reír y una gran mayoría que te dejan frío, al menos está Toni Collette.

Cuando una película como Una herencia de muerte tiene un reparto que cuenta con Kathleen Turner y David Duchovny y que además encabeza Toni Collette parte con una gran ventaja para convencer al espectador. Más cuando el argumento habla de cómo dos hermanas intentan ganarse a su huraña tía en sus últimos días de vida para que les deje su herencia. Pero no, que uno lleve ventaja no siempre quiere decir que gane y a la fábula de la tortuga y la liebre me remito.

Un funeral de muerte lo tenía todo para ser una comedia divertida, la propuesta ya partía de un cierto humor negro por la situación que presenta y con muy buenos actores. Todo ello para nada y totalmente desperdiciado en una historia que tiene algunos momentos que te hacen reír y una gran mayoría que te dejan frío, o que directamente te hacen odiar a los personajes presentes.

Ese es uno de sus grandes problemas, que todos los personajes que aparecen son despreciables incluso el de Toni Collette que es el único que no es una caricatura exagerada y totalmente plana. Lo mismo sucede con el humor y los gags que desde que da comienzo la proyección están en el mismo punto, sin dar emoción o las tan necesarias subidas y bajadas que precisa toda comedia (incluso con algunos momentos de drama para contraponerse al desternillamiento). No es así aquí, al punto de que ni siquiera la presencia de tan buenos intérpretes logra salvar el total.

Es cierto que Dean Craig firma el guion y en el propio cartel se deja claro que es también el guionista de Un funeral de muerte, una muy divertida película que dirigió Frank Oz pero también es el responsable del refrito que realizó Neil LaBute pocos años después que es mucho menos entretenido. Es más, en su carrera su colaboración con Frank Oz es la única que logra destacar (junto a la serie Off the Hook) y tras Una herencia de muerte queda claro que fue más por Oz que por él mismo.

Al menos está Toni Collette y eso es siempre una alegría. Una lástima que no lo sea todo lo demás.

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