Tom Hanks antes de entrar a escena.

Tom Hanks antes de entrar a escena.

Este viernes 21 de junio (de 2019) se estrena a nivel mundial la nueva película de Toy Story, saga que alcanza ya su cuarta entrega y que ha sido presentada hace días a los medios. Y los medios nos hemos rendido a ella, como era de esperar cuando se habla de un producto que sale desde las manos de Pixar, y que además continúa con una de las franquicias más queridas por el público (puedes leer la crítica aquí).

De nuevo como protagonista está Tom Hanks, quien asegura que no se imagina dando vida a otro personaje de animación, y que interpretar a Woody es “un placer y un honor”. Aunque matiza que también resulta “un trabajo muy duro”, ya que en la productora “nunca estaban contentos a la primera” y le pedían que repitiera las escenas “poniendo más dolor existencial” en su interpretación.

Esta ha sido solo una de las muchas confesiones que ha dado el actor en la rueda de prensa realizada esta mañana (del día 19 de junio de 2019) en el Hotel Mandarín Oriental de Barcelona, demostrando en todo momento una gran cercanía, una simpatía desbordante y un tremendo sentido del humor. Incluso se ha permitido bromear acerca de si querría ser un villano de James Bond (con una estupenda imitación de este perfil), o lo poco que podría aportar al Universo Marvel Studios salvo un cameo como el tipo que avisa al Capitán América de dónde está la gente en peligro.

Joosh Colley, director de la película.

Junto a él estaban también los productores Mark Nielsen y Jonas Rivera, quienes tenían claro que debían “proteger la historia de Toy Story” para esta nueva aventura. Confesaron también que son muchas las veces que les han preguntado el motivo de hacer esta entrega si la tercera fue tan brillante, “Hasta mi madre lo preguntó”, aclaraba entre risas el director del filme, Josh Cooley, también presente en la charla.

El realizador, que se ha defendido realmente bien en su primer largometraje, dejó claro que para él fue “prácticamente una locura” rodar esta entrega y reconoció que al igual que para Hanks, era “un placer” hacer este film. También coincidió de igual forma con el actor en que Woody es “un personaje sorpresivo y muy emocional”, en sus declaraciones el protagonista concretó que “es un líder muy particular”, un papel que ya está totalmente ligado a él y que “no se parece a ningún otro” de su carrera profesional.

Ese es sin duda uno de los motivos por los que siempre acepta volver a interpretarlo, también se suma el hecho de que para él esta franquicia “te hace reír de verdad” y que “cada una de las películas de Toy Story trata sobre el cambio, sobre un auténtico cambio existencial”. Algo que es evidente cuando vemos como el vaquero piensa que será sustituido por Buzz Lightyear en la primera entrega (inspirado en una vivencia real de John Lasseter), o ver cómo Andy se hace mayor y deja atrás sus juguetes para que sigan vivos en manos de la adorable Bonnie en la tercera parte.

¿Será esta película el final de la saga? Los productores dejaron claro que por lo pronto en Pixar “no hay planes” para ello, pero también han reconocido que tampoco los hubo para la que llega ahora a los cines. Por el momento parece que la historia cierra aquí, con una nueva aventura que les ha dejado “exhaustos”, según Josh Fooley, y que sin duda alguna va a hacerse rápidamente con el favor del público como ya ha logrado el de la crítica.

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Tom Hanks, voz del vaquero Woody.

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