Tras casi tres décadas de calidad y buenas películas, Pixar se ha convertido en una de las productoras de referencia de todo el mundo y no solo en el campo de la animación. Esto ha sido gracias al buen hacer que han tenido desde un comienzo, cuidando sus guiones, diseños y por supuesto por ser los primeros en realizar de forma íntegra un filme por ordenador (la inolvidable Toy Story).
Pero tantos años y títulos han conllevado también la aparición de algunas polémicas, como la reciente excedencia de su fundador o las dudas que había alrededor de Coco y qué iba a hacer la todopoderosa Disney con la cultura de México. Comentarios hubo de todo tipo, incluso expresiones artísticas como la de Muerto Mouse, pero finalmente ha llegado a las pantallas logrando el aplauso unánime de la crítica y también del pueblo latino.
Desde un comienzo la película trata con respeto la fiesta en la que se ambienta la historia, el Día de Muertos, mismo momento en el que suceden también El libro de la vida (con la que ha sufrido comparaciones) o El Cuervo: Ciudad de ángeles, y lo hace dotando las imágenes con gran fuerza y preciosismo presentando uno de los filmes más bellos de toda la historia de Pixar. Pero no es solo puro adorno o habilidad visual, los momentos de alegría se suceden junto con los de tristeza, haciendo que sea imposible no llorar y sentirnos parte de lo que sale de la pantalla.
Coco no es solo el estreno navideño de turno (aunque a nadie se le escapa que se estrena en diciembre con intención comercial), sino que es una de las mejores películas de Pixar, estando en el mismo podio que Wall-E o Inside Out además de compartir ciertas pautas con Up y lograr sorprender con la misma magia que Toy Story en su momento.
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