En Rocketman Taron Egerton se mete en la piel de Elton John, del hombre y del artista

De todos los artistas musicales controvertidos de la década de los sesenta y setenta, probablemente el más entregado al espectáculo y a mostrarse de la forma más exagerada sea Elton John.

Nacido en Middlesex, Inglaterra, Reginald Dwight se inició desde muy joven en la música, siendo capaz a muy corta edad de interpretar a piano canciones de oído. Desde muy pequeño sus padres, aficionados a la música y músicos amateurs, le expusieron a la música de la época, especialmente al rock.

Pese a ello, su infancia no fue fácil. Dejó los estudios antes de realizar los exámenes de acceso a la universidad para dedicarse de pleno a la música, ante la firme oposición de su padre. En varias entrevistas ha mencionado cómo su complicada relación con su él fue la que desencadenó su adicción al alcohol y las drogas.

Rocketman sigue la vida de Reginald desde esos inocentes e infantiles inicios con la música, pasando por sus inicios como profesional y su posterior salto a la fama. La película no escatima en escenas duras y de gran carga emocional con la intención de involucrar al espectador, además trae el añadido de centrar la historia más en la vida del Elton John persona que del Elton John artista, dando así un toque de empatía.

Muchas comparaciones han surgido desde hace meses con la multigalardonada Bohemian Rhapsody, dadas obviamente por tratarse de biopics sobre artistas del rock de la década dorada del género, sin embargo, como producciones cinematográficas comparten muy poco más. Y es que Rocketman se presenta en forma de musical, siguiendo la vida del cantante desde su infancia hasta su madurez artística a lo largo de varias de sus más famosas canciones.

Taron Egerton (conocido por interpretar a Eggsy en la saga Kingsman) se mete en las cada vez más estrafalarias botas del pianista británico puesto que, como hemos indicado antes, la mayor parte del metraje interpreta a la persona detrás del artista, y se le debe juzgar más por esa parte que es menos conocida por el público general.

¿Y qué resultado obtenemos? Egerton hace un excelente trabajo mostrando la evolución del pequeño Reginald durante sus inicios como músico profesional, sus primeros éxitos, su estrellato, sus problemas sentimentales y personales, así como su enfoque de la vida en general.

Como estrella, se presentan algunas de las más famosas actuaciones de Elton John, incluyendo recreaciones de sus estrafalarios trajes. En ese sentido, el actor hace suyo al personaje y parece disfrutarlo tanto como lo hiciera el mismo Elton.

¿Cuánto de real hay en este film? Obviamente, como ocurre siempre, algunos eventos se cambian o se modifica su orden para dar más dramatismo a la historia que se cuenta y que se adapte al medio cinematográfico. De todos modos, si queréis saber más sobre el artista británico podéis consultar muchas biografías que se han escrito sobre él.

Una película emotiva y un poco dura, con una banda sonora a la altura (como no podía ser de otra manera), una estructura muy natural y unas muy buenas actuaciones. Probablemente pase a la sombra de Bohemian Rhapsody por la menor notoriedad de Elton John respecto a Queen, pero como producto cinematográfico el cohete es bastante superior a la rapsodia.

Artículo de Jordi Olivera.

[sgmb id=”1″]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *