Mery Bass del dúo Nebulossa durante su actuación en el Benidorm Fest

Mery Bass del dúo Nebulossa durante su actuación en el Benidorm Fest

¿Tanta polémica es necesaria? Hablemos de "Zorra" y Nebulossa.

Vivimos en un momento en el que todo se exagera, se polariza, se politiza, se abandera y se polemiza. A la orden del día. Da igual de qué hablemos, todo se vive en blancos y negros, al menos por cierta parte de la población y de forma totalmente evidente en las redes sociales. Una de las últimas discusiones es referente a la canción que representará a España en Eurovisión, un tema titulado Zorra del dúo electropop Nebulossa del que quizá, lo más sorprendente y digno de alegría, es que la intérprete, María Bass, es una mujer madura nacida en 1968 con un compañero que tampoco es precisamente un jovencito, el teclista y productor Mark Dasousa nacido en 1975.

Y sí, claro, la palabra “Zorra” o más bien el término según se ha entendido hasta el momento en nuestro país, de una forma despectiva. Un insulto al igual que antes lo eran otros hasta que se cambiaron, se reusaron y los afectados les dieron una nueva vida. Estamos ante una canción reivindicativa que, igual que otras tantas antes que ella, tiene un mensaje muy claro y sencillo de entender: Todos tenemos derecho a ser nosotros mismos y el resto no debería juzgarnos. Un mensaje claro y sencillo que hace falta repetir una y otra y otra vez, en todos los ámbitos posibles sean estos familiares, profesionales…

En los años 80 ya nos gustaba ser unas zorras

Pero más allá de la escandalera y del saco de resonancia que son las redes sociales, con un buen número de usuarios cometiendo ese error garrafal de informarse en las mismas sin leer jamás un solo artículo completo, esto no es algo novedoso y menos todavía debería ser polémico. ¿Necesario? Sí, siempre es necesario un recordatorio de que siempre hay que mejorar, ser más justos y más inclusivos, de que todos podemos ser nosotros y nadie debería decir nada más. Pero novedoso no lo es, por suerte no lo es.

Dado que parece que parte de la polémica y el disgusto, o casi todo, viene por el hecho de usar la palabra “Zorra” conviene viajar un poco por el tiempo. Se puede citar por ejemplo el gran clásico del punk-rock español Me gusta ser una zorra, una canción que de nueva tiene bien poco dado que se lanzó en el año 1983. Una obra muy de su momento que versionaba, de manera libre, I wanna be your dog de The Stooges y tenía estrofas muy significativas como “Prefiero masturbarme yo sola en mi cama, antes de acostarme con quien me hable del mañana”. El grupo tras ella eran las Vulpes (en ocasiones escrito Vulpess) en una referencia total al nombre del zorro común, el Vulpes vulpes, así que eran, sin duda, unas zorras.

¿No te gusta cómo soy? ¡No me importa!

También puede hablarse de la canción Bitch de Meredith Brooks, que llegó varios años más tarde en 1997. En este caso se trata de un éxito internacional de una artista muy establecida que en aquel momento contaba con casi 40 años, y si bien para muchos no dejaba de ser solo otra tonadilla pop más sus letras era relevantes. En ella la artista decía cosas como “I do not feel ashamed, I’m your hell, I’m your dream, I’m nothing in-between” y lejos de haber una polémica de ningún tipo lo que hubo fueron aplausos y muchos bailes los sábados por la noche.

Un tercer ejemplo sería I love It del dúo sueco Icona Pop del año 2012, una canción más que pegadiza que en España fue versionada, con bastante poco acierto, por las Nancys Rubias que encabeza Mario Vaquerizo. En la misma además de usar claramente el, por lo visto polémico, término en concreto cuando el dúo dice “You’re from the ’70s, but I’m a ’90s bitch”, es (una vez más) una declaración total de intenciones, de una forma de ser, de vivir y de querer disfrutar de la vida sin que los demás puedan decir, hacer u opinar al respecto. Se podrían citar más, claro que sí, la lista es larga, extensa y viene de hace muchos años.

Al final todo se reduce a cuatro acciones: Leer, ver, escuchar y disfrutar. Más cultura, cultura de todo tipo, cultura que nos haga pensar, cultura que nos distraiga, cultura que nos proporciones ideas nuevas, cultura que nos haga ahondar más en nuestros conocimientos, cultura que nos enfade, cultura que nos haga crecer. Y ser astutas como unas Zorras, con Z mayúscula, claro.

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