Viñeta de El Eternauta

Viñeta de El Eternauta

Netflix muestra su primer adelanto de El Eternauta

Tras muchas idas y venidas, pero muchas, en 2020 Netflix anunció que sí, esta vez el proyecto de El Eternauta saldría adelante. Una adaptación largamente postpuesta y muy reclamada por todos los lectores de la citada obra, uno de los títulos imprescindibles del mundo del cómic argentino e internacional, es una joya por la que no pasa el tiempo. A finales de 2023 se lanzó un vídeo del comienzo de la producción y de forma reciente un pequeño teaser que dura apenas un suspiro.

Tan solo son 5 segundos en los que apenas hay espacio para mostrar nada, pero lo visto da esperanzas. Parece que se ha respetado el espíritu de las viñetas y la esencia de las mismas, aunque todo es pura especulación por el momento. En las imágenes se ve a Juan Salvo caminando con su traje característico, se oye a una mujer diciendo que “Hay algo tóxico en el aire” y termina con el protagonista abriendo los ojos en un primerísimo plano que es un total homenaje al arte de Francisco Solano López.

Una producción muy esperada

La producción sigue adelante y es esperada con ganas, no en vano hablamos de una historia que se publicó entre 1957 y 1959, y contará con la dirección de Bruno Stagnaro que también firmará los guiones junto a Ariel Staltari. Entre los trabajos destacables del primero se encuentran las series Okupas, Vientos de agua o Un gallo para Esculapio. Por su parte el segundo tiene una larga trayectoria como actor que empezó en el año 2000 con, precisamente, Okupas, aunque no es hasta 2017 que se lanza como escritor con Un gallo para Esculapio, también actúa en esta, siendo El Eternauta su segundo trabajo en este campo.

El Eternauta es, para muchos, la obra cumbre del cómic argentino. Un relato largo, denso, profundo y adictivo que habla de los terribles hechos acaecidos en aquel país con elegancia, poesía y una trama que no deja un instante de descanso. Uno solo quiere seguir leyendo más y más. Un título imprescindible que está teñido por la tragedia de la desaparición de su creador, H.G. Oesterheld en abril de 1977 y una muerte que sigue sin conocerse con exactitud (aunque se calcula que debió ser al año siguiente).

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