Pafman redevuelve: Cuando la ciudad llama el héroe responde

Pafman es uno de los grandes iconos del cómic español, o quizá no tan grande dado que siempre estuvo a la sombra de Superlópez. Pero esto no es óbice para que se ganara un buen puñado de aficionados que leían sus aventuras con ganas de más, deseo que se truncó cuando estas llegaron a su fin y no había una triste figura en PVC para recordar al personaje. Hasta que dejó de ser así.

Pafman y su ayudante Pafcat regresaron en una serie de historias que recuperaban el humor absurdo y el gag paródico, siempre con la firma intención de entretener al lector y por el camino actualizarlo todo un poco para encajar con los cánones del momento. La primera parada fue Pafman redevuelve (recopilado posteriormente en Pafman: Super Top Comic nº1), título que era una clara alusión a Batman vuelve de Tim Burton y que presentaba al dúo de justicieros con unos nuevos uniformes, una sobrina del héroe hasta ahora desconocida y una saga que se abría con una sonrisa en el rostro.

La crítica

De nuevo a los mandos estaba Joaquín Cera que demostraba seguir en plena forma, más todavía que en los años primigenios, logrando la risa y complicidad del lector desde el primer momento. El tiempo había pasado y ya no había revistas de cómic seriados como antaño, pero eso no impidió que el héroe gozara de este regreso con todo su sabor clásico aderezado de guiños y referencias a la actualidad.

Y crítica, claro. Una de las más directas en esta aventura es a los muchos programas de los llamados frikis como Manuel Reyes (más conocido como Pozí), Carmen de Mairena, Paco Porras, Carlos Pumares… Un sinfín de nombres de personajes excéntricos y bizarros, con presentadores como Javier Cárdenas o Jesús Vázquez, que llenaban las televisiones y, por algún motivo inexplicable, tenían increíbles índices de audiencia.

Actualizando el clásico

Con este primer volumen, que no tuvo una acogida increíble pero sí buena, Joaquín Cera demostró dos cosas: Que seguía siendo muy bueno en su trabajo y que el momento de Pafman todavía no había pasado. Aunque, debe decirse, lo caótico y cambiante de los formatos que atravesó a lo largo de su década de publicación (entre 2004 con Pafman redevuelve y 2013 con La aventura del Titaidón) con un tomo por año no es algo que le hiciera bien, pero la cadencia permitió a su autor trabajar más cada álbum y las páginas de las aventuras.

Con Pafman redevuelve se inició un regreso que era muy esperado desde que en 1996 Ediciones B diera carpetazo a sus revistas de historietas, un regreso divertido y entrañable que cayó directo a los seguidores del personaje. Una etapa muy rica en la que las historias largas eran la norma con todo lo bueno que eso conlleva, con más espacio para trabajar las tramas, los villanos y, por supuesto a Pafman. La pregunta ahora es… ¿para cuándo una nueva etapa?

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