Cartel de la película Lili Marleen con Hanna Schygulla

Cartel de la película Lili Marleen con Hanna Schygulla

Una simple canción puede cambiar el mundo.

Una canción, Lili Marleen llega a Blu-Ray gracias a Divisa, un clásico de culto de 1981 dirigido por Rainer Werner Fassbinder con guion de Manfred Purzer. El director, que falleció al año siguiente del estreno tiene en su haber títulos como El matrimonio de María Braun, La ley del más fuerte o todos nos llamamos Alí, mientras que el escritor es conocido por obras como La más loca aventura de la jungla, El rey de Münster, Marginadas.

Lo cierto es que Purzer no está solo, el guion está cofirmado por el propio director y Werner Uschkurat en la parte de diálogos, además de Joshua Sinclair. Este último ha estado en activo desde 1976 tanto en labores de guion como de producción y actuación, se pueden citar trabajos suyos como Juicio en Berlín, Aquel maldito tren blindado o Tiburón 3 (como el alcalde William Wells).

Basado en una historia real

Aunque con sus licencias y ficciones, como todo filme debe tener, Una canción, Lili Marleen es una biopic de la cantante alemana Lale Andersen. Se basa de forma directa en la autobiografía que ella escribió, al menos en un parte de ella, narrando sus vivencias y el cómo de forma sorpresiva e inesperada se convirtió en un icono durante la Segunda Guerra Mundial por su interpretación de la canción Lili Marleen (que fue un éxito más allá de Alemania, también entre soldados de otros países).

La elegida para darle vida, y lo mejor del título, es Hanna Schygulla. La actriz llevaba más de una década en activo en ese momento con producciones como El amor es más frío que la muerte, Ocho horas no hacen un día o La tercera generación, y posteriormente otros tantas como Pasión, Barnum, el mayor espectáculo del mundo o las cien y una noches. Sigue en activo, de forma reciente ha formado parte del elenco de la aplaudida Pobres criaturas y está pendiente de estrenar Yunan.

De nazis a James Bond pasando por Blade

El reparto es bastante extenso y daría por sí mismo para un artículo, incluso para un libro breve, entre los muchos nombres están Giancarlo Giannini y Udo Kier. El primero es coprotagonista dando vida al amor de la protagonista, con una carrera muy extensa que todavía está en marcha y en la que ha formado parte de la saga de James Bond como Rene Mathis en la etapa de Daniel Craig. Mucho más secundario es Kier, pero de igual forma tiene un historial enorme con títulos como Las torturas de la inquisición, Pitch Perfect: Bumper in Berlin o Blade, producción que adaptó al personaje de Marvel al cine y abrió las puertas del género de superhéroes de par en par.

Junto a ellos también pueden mentarse a Erik Schumann, Hark Bohm, Gottfried John (quien también estuvo en James Bond pero en la época de Brossnan) o Karin Baal. Esto sin olvidar a Mel Ferrer, de nuevo un profesional con una estupenda reputación y un gran arsenal de producciones a sus espaldas como Scaramouche o La caída del imperio romano, aunque en la actualidad en un gran número de ocasiones es más recordado por su matrimonio con Audrey Hepburn que debido a sus éxitos profesionales.

Un filme interesante pero algo extenso

Hoy en día Una canción, Lili Marleen puede ser incluso considerada una película algo breve. Solo dura dos horas pero hay que recordar que el filme se estrenó en 1981, un momento en que el cine no optaba por dar tanto metraje lo que evitaba que hubiera demasiado relleno a lo largo de los minutos. A pesar de ello hay que decir que en algunos puntos el montaje podía ser más vivo y ágil, con ciertas escenas que son más largas de lo que deberían y que no hacen precisamente bien al total.

Si bien todo funciona y no se hace pesado no cuesta ver que el producto resultante podría lograr más conexión con el espectador de haberse tomado menos en serio a sí mismo. Sí, claro que es una historia que transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, el hecho histórico de fondo es ese, pero la temática relacionada con el arte y la música daba espacio suficiente para algo un poco más ligero e incluso excéntrico, que no le habría ido nada mal.

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