La familia Addams, o Los locos Addams, es una de las familias más conocidas de la ficción audiovisual. Su origen no es este, su origen son un puñado (no llegan a un centenar) de viñetas publicadas en The New Yorker por Charles Addams, un viñetista con una fuerte atracción por el humor negro. Y desde su nacimiento, hace muchas décadas (se puede catalogar en 1938) han tenido sus mejores y peores momentos, pero siempre han contado con un público fiel que se renueva generación a generación y el éxito de Miércoles de Netflix es un ejemplo de ello.
La familia Addams de los años 60
El gran salto fue en 1964 con la serie de televisión La familia Addams encabezada por John Astin y Carolyn Jones, además de Jackie Coogan (un antiguo niño bonito de Hollywood) como el tío Fétido. Gran parte de la mitología, o prácticamente toda, asociada a estos personajes nace en la producción catódica y ha permanecido prácticamente inmutable a lo largo de los años. Ellos son la base del arquetipo de familia de las sitcoms según las entendemos, como explica el experto en el tema Miguel Ángel Parra (autor de dos libros sobre el tema), “era una crítica de la sociedad y de la familia nuclear americana, se han imitado una y otra vez, desde Los Munsters, que es la imitación más clara, a Los Picapiedra, Los Simpson y todas esas versiones que se han hecho posteriormente”.
La resurrección de los 90
Esta puede ser una de las claves de su éxito. No en vano, y por ceñirnos a las últimas décadas, su paso a la gran pantalla en 1991, con el título de La familia Addams, tuvo un presupuesto de 30 millones y recaudó un total de casi 200. A esto ayudó la fama que ya tenían, un buen reparto con los nombres de Anjelica Huston y Raúl Julia en cabeza, con Christopher Lloyd como el tío Fétido y una maravillosa Christina Ricci como Miércoles, además de saber entender el humor de Charles Addams y respetarlo en vez de suavizarlo como se hizo en los años sesenta. Si bien su secuela La familia Addams: La tradición continúa, estrenada dos años después, no logró ser igual de fresca y bien terminada se hizo con un buen pico aunque por debajo de su predecesora: Costó llevarla a acabo 47 millones de dólares y recaudó algo más de 100 millones.
Cine de animación
El problema no era la familia, no es que el público estuviera cansado y esto se demostró en 2019 cuando Universal Pictures estrenó una versión de animación, titulada una vez más como La familia Addams, que una vez más respetaba la mala uva de su creador además de ser totalmente fiel a los diseños de sus viñetas, que logró superar los 200 millones de dólares de recaudación con solo 24 millones de presupuesto. Pero, otra vez, la secuela (sencillamente La familia Addams 2) no logró tener el mismo éxito que su antecesora y con el mismo presupuesto superó, por poco, la recaudación de 120 millones.
Según las cifras que nos han proporcionado desde Universal Pictures en España la primera entrega se hizo con más de seis millones de euros y más de un millón de espectadores, mientras que la segunda siguió de cerca con más de cuatro millones de euros con una asistencia que superó los 700 000 asistentes. Para Miguel Parra la explicación es muy sencilla, “Siguen funcionando, porque desde su creación en el New Yorker, para las viñetas de la revista, se convirtieron en un clásico”.
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